Bueno, aquí les tengo la segunda sorpresa que les prometí, mi primera editorial comparando algunos aspectos de Dragon’s Dogma y The Witcher 2.

Qué pedo banda, aquí Adrián presentándoles un pequeño escrito sobre por qué a mi parecer Dragon’s Dogma es más entretenido que The Witcher 2: Assassins of Kings. Así, doy inicio a lo que espero sean varios escritos sobre diversos temas de videojuegos desde experiencias personales y recomendaciones hasta curiosidades. Desde luego, todo lo que escriba  será siempre desde mi punto de vista, pues estoy tratando de plasmar en pocas palabras lo que hago constantemente con mis amigos y conocidos: comentar de algún tema o cosa que me haya pasado. Bueno a lo que vamos.

Primero que nada, que el título de la editorial no los engañe, The Witcher 2 es un excelente juego, está altamente recomendado por los 3 Gordos Bastardos, y si quieren una visión a fondo de lo bueno que es el título los invito a ver nuestra reseña. La inspiración de este escrito viene directamente de las vivencias que tengo con el Witcher y Dragon’s Dogma ya que los jugué a la par, no es raro en mi jugar más de un juego a la vez, ya sea porque tengo que terminar varios juegos para las reseñas o simplemente porque me encanta jugar.

El problema más grande con el que me encontré es que recurrentemente me veía atrapado por el encanto y basto mundo de Dragon’s Dogma y, a veces, sin las ganas o en caso extremo sin el temple para seguir con mi campaña de The Witcher 2 ya que el juego fue un gran reto para mi paciencia. Me sentía varias veces atrapado en las normas tan estrictas y poco flexibles del título, y siempre perdido en los interminables menús, haciendo que mi experiencia no fuera muy placentera sino hasta ya muy adelantado el juego, por ahí de la hora 18. Pero, ¿por qué pasó esto?

Al iniciar Dragon’s Dogma te avienta a la acción, pasas rápidamente de pelear contra goblins y arpías a luchar contra una quimera, siempre de una manera más o menos dinámica aunque algo tosca. Para cuando llevas  dos o tres horas de juego no solo ya te has introducido en las mecánicas básicas,  sino que has peleado contra un segundo jefe, -el cual es bastante sencillo- y traes tres acompañantes en tu equipo, de ahí el juego te avienta a la aventura.

Mientras tanto en el Witcher empiezas con tus botas mojadas y la quest de cómo cambiarlas por unas secas, y créanme que es una verdadera tarea pues, como ya he reiterado, los menús del juego son bastante rebuscados, después de eso pasas a crear pociones y finalmente: al combate. En el cual me hicieron pedazos, no les voy a mentir. Es más, el juego me recomendó que lo jugara en fácil, porque estoy bien pendejo…  obviamente no le hice caso y me lo aventé en normal.

Como odio esos menús.

Ya para la tercera hora apenas estaba empezando a agarrarle el modo a los menús y mi personaje todavía se sentía extremadamente torpe. Además, aún no salía de la parte introductoria del juego, ¡y vaya que me faltaba! Y es aquí donde surgen las diferentes opiniones que tengo de cada uno.

The Witcher 2 nunca me dio una sensación de progresión al inicio del juego, sentía que estaba atorado, no tenia más opción que seguirle la corriente y esperar a que me dijera: muy bien ahora si vamos a continuar. Todo este asunto me causó mucha inquietud y claro, no ayudaba el hecho de que el Dragon’s Dogma estaba a un lado mío diciéndome que exploráramos el mundo y sus peligros.

Ya para el final de la introducción me sentía bastante cómodo con los controles, hasta pase una sección de sigilo bastante prematura como todo un maestro, haciendo que estuviera satisfecho con el progreso de mis habilidades, hasta que llegué al capítulo 1 y todo se fue al carajo.

Al mismo tiempo, en Dragon’s Dogma ya había tomado varias quest, además de la principal, y estaba poniendo mis habilidades al límite. Descubrí que salir al despoblado de noche era una idea muy mala y que era más que imperativo buscar refugio en esos momentos, así como tener siempre a la mano varios ítems para curarte y recuperar estamina.

Definitivamente, estar afuera de una ciudad en Dragon’s Dogma es realmente estar desprotegido, el juego te ayuda muy poco y llegar de un punto “A” a un punto “B” puede ser una tarea extenuante, pero eso sí, muy emocionante y satisfactoria cuando lo logras. Por desgracia también descubrí que la campaña del juego era bastante suelta y con poco enfoque lo cual me decepcionó un poco debido a que, a mi parecer, tenía algo de potencial.

Por cierto, ¿Les comente que en Dragon’s Dogma pueden pelear contra una gallina gigante que te puede volver piedra?

De regreso al Witcher 2, mi personaje estaba llegando a un nuevo pueblo y por lo tanto, a una nueva área para explorar. Como ya mencioné, me sentía cómodo con mis habilidades y sentía que era el momento de empezar a disfrutar al 100% mi campaña, pero estaba muy equivocado, el juego todavía me tenía algunas sorpresitas por ahí.

Primero que nada, debía recuperar parte de mi inventario, principalmente la espada para matar monstruos y la neta me daba mucha hueva, por suerte Eze, quien estaba más avanzado que yo, me recomendó y recordó que podía hacerla en vez de comprarla, ahorrándome una cantidad de dinero considerable.

Después tomé algunas misiones extras porque realmente sentía que me faltaba subir algo de nivel, y aquí fue donde descubrí otro problema con el juego. Aunque la historia del juego es sólida y muy invitante, explorar las áreas es muy cansado, no por la dificultad, la cual es elevada pero no imposible, sino porque no sabía qué hacer ni tampoco sabía realmente a dónde ir, y la información que te da el juego es extensa pero poco útil en muchos casos. No es porque necesite que todo me lo den digerido, sino que el juego no te ayuda en el progreso, es más una cosa de instinto y muchas veces de  suerte.

Pero después pasó algo que me hizo llegar a un momento decisivo dentro de todos mis problemas para avanzar con la campaña. Fue cuando uno de mis archivos se corrompió por un apagón de luz y perdí unas 6 horas de juego. En realidad no me afectó el que hubiera perdido la información, ese no es problema del juego sino de la mala suerte, sino que al volver a jugar el progreso perdido, ya con mi experiencia previa, realmente lo disfruté.

Así es Geralt… se me fue la luz.

Me impactó mucho darme cuenta que ya al saber como funciona todo, el juego puede ser extremadamente profundo, emocionante y hasta hilarante en algunos momentos, y creo que este sentimiento lo hubiera alcanzado antes si el juego fuera más eficaz en mostrarme las mecánicas básicas, en especial porque el gameplay es bastante complicado, así que fue después de ese punto cuando empecé a disfrutar mis aventuras con Geralt.

Dragon´s Dogma, por otro lado, tiene algo de ventaja, es un juego mucho más sencillo en su combate y diseño de menús y es fácil de agarrar después de un día pesado de trabajo o escuela, pero en cambio tiene una historia poco enfocada y personajes muy, pero muy planos. Podría decir que este juego es un Hack n’ Slash con elementos de RPG y mecánicas de planeación, especialmente en los viajes más largos.

Por su parte, The Wicher 2 es un juego más conservador con una curva de aprendizaje bastante elevada,  pero una profundidad de personajes e historia muy buenos, combinados con un combate más lento y de mucha preparación previa, que lo hace, quizás, un poco más «real».

Ambos juegos ofrecen experiencias diferentes, pero el juego de Capcom, a mi parecer, es mucho más eficaz en explicarte su mundo y gameplay con lo cual logra una experiencia mucho más entretenida desde el inicio del título. Mientras que The Wicher 2 tarda bastante tiempo en arrancar y puede poner a prueba la paciencia de más de una persona. Pero aún así, aunque parezca lo contrario, ya que el juego llega a su punto máximo, y uno le agarra a sus mañas puede volverse bastante adictivo.