¿Qué pedo Banda?, si siguen nuestros podcast sabrán que en este verano me he dedicado a jugar varios juegos estilo sandbox, también sabrán que soy un gran aficionado a perder incontables horas frente a la pantalla jugando cosas de este género, más que nada porque me encanta pendejear en mundos con mapa abierto y que tienen un set bastante limitado de reglas.

Debido a las rebajas del verano en muchos sitios y tiendas, adquirí varios juegos, entre ellos dos del género mencionado y que no pude probar el año pasado, que son Driver San Francisco y Saints Row: The Third. Ambos juegos me agradaron bastante, pero Saints Row ha logrado colarse entre los títulos que más me han gustado esta generación, sí se preguntan por qué, los invito a que sigan leyendo.

Una última anotación, les advierto que mencionaré algunos spoilers, aunque siendo sinceros, la historia es muy alocada, por lo que vale pito si sabes o no los detalles. Sin más, continuemos con las 10 razones por las que me encanta Saints Row: The Third.

10.- Burt Reynolds

Así es, Burt Reynolds, el mismísimo Bandit, aparece en el juego, el mostacho con sombrero es el alcalde de Steelport, la ciudad donde la intrincada trama de Saints Row: The Third toma lugar, y he de decir que patea bolas. La primera vez que te encuentras con él te pide el favor de que elimines un brote de infección zombie, tú sabes, cosa de todos los días.

Si decides ayudar por completo al alcalde Reynolds, destruyendo todas las muestras del virus, se te une como un integrante de tu banda, con la posibilidad de poder llamarlo por teléfono para que te quite a la policía de encima o para que te acompañe en la ciudad para generar caos y destrucción, con el agregado de que Bandit no usa armas, puro sándwich de nudillos.

Burt «Fucking» Reynolds

9.- ¿Les dije que hay zombies?

Siempre es divertido agregar zombies a las cosas y más en la fiesta que es este título. Llega un punto en el juego donde una sección de la ciudad entra en cuarentena debido a un brote de muertos vivientes, así de sencillo y divertido. Nadie te va a detener si quieres ir a ver el desastre y de paso, matar a unos cientos de zombies de una marabunta interminable.

Pero el juego va más allá, ya que éste incorpora un sistema de personalización de avatar, es decir, tienes la posibilidad de hacer de tu personaje lo que quieras. Incluso puedes darle un color de piel bastante pálido con todo y los característicos sonidos que tiene la angelical voz de un zombie, haciendo que el personaje principal sólo se comunique con gruñidos y quejas.  Aunque eso sí, todas las demás personas le entienden como si fuera la cosa más normal del mundo, lo cual conlleva a situaciones bastante extrañas y divertidas.

8.- El mundo cibernético

¡Ahh, los 80’s!, esa época donde las hombreras estaban de moda y Tron era un concepto revolucionario en la cinematografía. Pues bien, este juego de THQ toma esa idea y hace un tributo/burla del mismo, y yo, siendo un gran fan de la película de Disney, no pude más que reír y disfrutarlo.

Hay un mini juego donde tienes que «surfear» la red en una moto muy parecida a la de la película, además de una banda rival que se viste con trajes llenos de luces de neón.  Pero lo que se lleva las palmas es la misión donde te infiltras al servidor de dicha banda rival y a tu personaje le es otorgado un avatar provisional con forma de retrete que eventualmente se convierte en una muñeca inflable con todo y un arma especial muy parecida al mega buster de Mega Man. Además de que en un punto de la misión, para poder seguir avanzando, tienes que terminar una partida de juego a base de texto, parecido a Zork. Este tipo de giros me gustan, porque mantienen las cosas frescas.

7.- Muchos enemigos, mucha diversión

Como cualquier sandbox que tenga algún parecido a GTA, en este juego hay un medidor de notoriedad con la policía, y sí es muy alto, los uniformados harán hasta lo imposible para detenerte, mandándote tanques, helicópteros y gente en trajes blindados con armas láser. Pero la cosa no se queda ahí, no solo puedes molestar a la policía sino hasta a tres bandas rivales, cada una con sus armas y enemigos específicos.

Cuando molestas a una de estas bandas se incrementa un medidor de notoriedad, independiente al de la policía, haciendo que la pandilla mande enemigos a destajo para tratar de eliminarte. Mi recomendación es que sí quieres divertirte un rato destruyendo mierda y armando el caos, molestes a una pandilla y  a la policía al mismo tiempo para juntar una cantidad saludable de miembros de dichas organizaciones y que se arme la campal contigo y unos cuantos amigos que llames por tu celular.

6.- Vehículos futuristas

Sí pusieron atención al punto anterior habrán leído «armas láser», esa es la punta del iceberg con respecto a la cantidad de armamento futurista que tiene Saints Row: The Third. Camiones blindados con torretas láser, aviones que prácticamente son naves espaciales,  soldados con armaduras especiales, un arma de pulso para mandar a volar a tus enemigos, una moto voladora y una fortaleza flotante gigantesca. Lo cagado del asunto es que en teoría este juego se lleva a cabo en una ciudad muy similar a las actuales.

Se supone que los que traen dicho armamento son agentes de una unidad especial para detener problemas grandes dentro de las ciudades, pero la verdad es sólo una excusa para traer todos estos ingredientes a la sartén y divertirte con nuevos y lujosos juguetes, la neta, no me quejo.

Specter, la única forma de volar

5.- Lo Arcade que es el juego

Saints Row: The Third dentro de su género, es bastante arcade, lo que significa que no trata de ser realista de ninguna manera. Cada vez que saltas de un edificio alto, tu personaje se saca un paracaídas del trasero sin necesidad de equiparlo o nada por el estilo, los vehículos se manejan de maravilla haciéndote parecer un as bajo el volante y para acabarla de joder puedes llegar a volverte virtualmente indestructible, todo esto para que no te sientas restringido y disfrutes haciendo lo que te plazca.

Esto es muy contrastante con los giros que están tomando los juegos de la serie de GTA, donde las mecánicas tratan de ser un poco más «reales», con un manejo de vehículos más estricto y un motor de física mucho más poderoso, pero por lo mismo más restrictivo. En cierto sentido, Saints Row me recuerda más a GTA III y GTA Vice City, lo cual para mí, lo hace ganador. Es una vertiente de este género que me encanta y aunque GTA IV me parece un excelente juego, que sigo disfrutando hoy en día, a veces necesitas algo más ridículo.

4.- Entrar a un coche saltando

Así es, en este juego puedes entrar (y robar) un coche en menos de dos segundos, sólo tienes que saltar, romper con tus pies el parabrisas o la ventana del automóvil, quitar al conductor de su lugar mágicamente y ya estás: listo para quemar llanta. Si, aún puedes robar los vehículos de la manera tradicional abriendo la puerta del conductor mientras lo golpeas para después sacarlo de su lugar y tirarlo a la calle mientras tú te subes al auto, pero vamos, ¿quién tiene tiempo para eso?

La verdad se me hizo una mecánica muy interesante, no sé si este detalle se encuentra en alguno de los dos juegos anteriores de la serie, ya que no los he jugado, pero me parece genial, no sólo es rápida y al grano, sino que te puede sacar de más de un apuro, con el plus de que no solo tú puedes hacer este movimiento, sino todos tus acompañantes también.

3.- Armas divertidas

El arsenal del juego es bastante variado, y tiene muchas armas convencionales, pistolas, rifles, escopetas y lanza misiles, ya saben, lo estándar, pero como se habrán dado cuenta a Volition, casa desarrolladora del juego, no le cuesta nada soltarse el chongo. Tenemos desde el misil predator que aparece en algunos Call of Duty, pasando por las armas futuristas que ya les mencione, un dildo morado gigante que funciona muy parecido a un bat de beisbol para repartir cachetadones a diestra y siniestra y hasta pedos en un frasco, así como lo oyen, que harán que tus enemigos vomiten hasta la muerte.

Lo mejor de todo es que todas las armas son útiles, por más estúpidas que sean, y a la mayoría, puedes hacerles mejoras, haciendo que un par de pistolas destrocen un tanque como si estuviera hecho de papel, bueno, de papel explosivo.

2.- Grandes momentos musicales

El soundtrack del juego está compuesto de algunas canciones originales y una gran cantidad de canciones licenciadas, la mayoría de estas últimas aparecen en las diversas estaciones de radio que puedes escuchar mientras manejas, pero en algunas ocasiones, el juego agrega estas canciones automáticamente, sin importar si estás en un vehículo o no. La neta, eso me encanto, quizás porque la canciones me gustaron o porque sentía que iban muy bien con lo que estaba pasando por la pantalla en ese momento, pero lo cierto es que no puedo olvidar la canción «I need a hero» de Bonnie Tyler tocando a todo volumen mientras trato de «salvar» a la ciudad de Steelport o a «Power» de Kanye West en una batalla en un penthouse, épico.

Puro Power, esa canción es el himno del juego

1.- Lo poco que se toma en serio el juego.

Espero haber transmitido en los puntos anteriores que el juego es una locura total, y esa es precisamente la razón de este top 10. Mientras otros juegos tratan de hacer historias profundas que le lleguen al alma al jugador o momentos de valor y heroísmo desmedido, Saints Row: The Third te entrega diversión sin destilar, no sólo porque el gamplay te permite hacer casi lo que quieras, sino que se burla de muchas cosas dentro de la cultura pop, incluso de otros juegos, no le da miedo meter conceptos o situaciones realmente estúpidos con la finalidad de divertir.

A veces hay que tomarse la vida más relajada y esto también aplica en los videojuegos, no siempre tiene que ser la batalla por el planeta, o la muerte de uno de tus camaradas, a veces sólo se trata de correr desnudo por las calles lanzando granadas mientras media ciudad te viene persiguiendo.

Videos cortesía de: TheRealGiantBomb y ChezOpportunist