¿Qué onda, banda? Aquí Rafa con una reseña de un juego que está disponible para el PlayStation 3 y el PlayStation Vita: One Piece: Pirate Warriors 2. Muy bien, vamos a ver qué pedo con este monstruo, pero antes, unos antecedentes personales.

One Piece: Pirate Warriors 2 es un título que, cuando es dejado en mis manos para una reseña, tiene todo en su contra. Para empezar, la serie jamás me ha interesado. Para mí ya era mucho sentarme a ver la introducción. Por lo mismo, mi conocimiento de este particular universo de piratas se remite a los nombres Luffy, Nami y Chopper. Esto, por un lado; por el otro, fue desarrollado por Tecmo Koei, quienes son amos y señores de la saga Dynasty Warriors, una serie de brawlers que a mí, personalmente, me vienen valiendo madres. Esta nota particular podría dar la impresión de que estoy divagando, pero resulta que tiene mucho que ver con todo el asunto, pues los desarrolladores se esforzaron en emular el gameplay de esta serie en Pirate Warriors 2 lo más meticulosamente posible. Así pues, tenemos una serie que nunca me ha llamado la atención junto con un tipo de gameplay del cual puedo prescindir por el resto de mi vida.

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Va a doler.

Bueno, pues vamos a darle átomos, a ver qué nos sale.

Empecemos con la historia, la cual, temo decir, no hace ni el más mínimo esfuerzo en tratar de capturar mi interés por la franquicia. Parece más preocupada en aventarte nombres de personajes y bandos que en desarrollar una trama atrayente y el problema es que es tanta información irrelevante que se transforma en un desastre incomprensible.

Y uno pensaría, “bueno, no hay tanta bronca: el encanto de los protagonistas sacará a flote la narrativa.” ¡JA! Qué pensamiento tan deliciosamente ingenuo. Los personajes sólo están encargados de decir (y sin mucho éxito, además) qué es lo que está sucediendo, pero jamás me enteré de cómo era cada uno, porque, de nuevo, todo se perdió entre el montón de nombres. ¡Sé tanto de ellos como sé del sujeto que da las noticias a las 3 de la tarde! ¡Porque básicamente, lo único que hicieron fue reportarme los eventos del mundo!

En fin… Lo que llegué a medio rescatar es que Luffy y su bandita de inadaptados andaban haciendo su tarea de piratas y estaban buscando un tesoro, pero en vez de oro y joyas, se topan con un “dial” – que es como una especie de caracol – que por alguna razón, vuelve a toda la tripulación loca. Los únicos que se salvan de este efecto son el mismo Luffy y Nami y logran escaparse de sus amigos enloquecidos. De ahí, van formando alianzas con quien se deje con tal de recuperar a sus amigos. Hasta donde sé, todo este rollo no tiene que ver con la historia de la serie, así que los fans de estos bucaneros podrán encontrarse con algunas sorpresas que quizás no les cuadren en un inicio. Sólo hay que tener esto en cuenta.

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Para los que no conozcan el tipo de gameplay que rige los juegos de Dynasty Warriors y que está presente aquí, les explico cómo está el pedo: tu aventura está dividida en misiones y cada una te pondrá en un gran escenario donde hay dos o más ejércitos dándose en la torre. Tú eres una especie de campeón y debes guiar a tus hombres hacia la victoria cumpliendo los objetivos que te encarga el juego, teniendo en cuenta que también hay condiciones que te pueden llevar a la derrota que van más allá de que te desgracien la jeta.

Lo primero que vas a notar es que tienes un mapa enorme en la esquina superior derecha, el cual refleja la actividad que se está llevando a cabo en el campo de batalla. Notarás también una barra dividida en colores: esta es la barra de moral. Si haces algo chido, como capturar un territorio o derrotar a un campeón del enemigo, la moral de tu ejército se elevará y pelearán con más fuerza. Puede pasar lo contrario también, claro está: si tus hombres pierden áreas, subirá la moral de tus oponentes y la refriega se volverá más difícil de dominar.

Pero, ¿cómo está eso de capturar áreas? Es más, ¿cómo pelean tus personajes, exactamente? Bueno, pues resulta que los piratas Sombrero de Paja (voy a asumir que lo estoy diciendo bien) son superhombres: pueden destruir hordas y hordas de enemigos indiscriminadamente. Puedes aplastar pelotones enteros en cuestión de segundos. Estos genocidas son tan efectivos matando muchedumbres que hacen ver a Drake, de Uncharted, como un ladronzuelo cuyo mayor crimen fue robarse un dulce.

Drake

Puedes emplear tus poderes para mermar las fuerzas enemigas que ocupan un área. Al cabo de un rato, aparecerán guerreros que pueden tolerar un poco más de castigo que el soldado común y, una vez que los derrotes, te apoderarás del territorio. Empiezas en un espacio más o menos confinado, pero conforme vayas conquistando terreno, se abrirán los demás sitios dentro del mapa.

La cosa es que no se trata nada más de atacar como rinoceronte fuera de control y ya: tienes que estar atento a las indicaciones del juego. Generalmente, tendrás compañeros campeones en el campo de batalla que, al ser controlados por la máquina, son mucho menos hábiles que tú, por lo que no va a pasar mucho tiempo antes de que se los empiecen a putear. Dependerá de ti ir a asistirlos para evitar que huyan o que se apoderen del territorio que defienden. Esto puede llegar a meterte un poco de presión debido a que a veces tú estás hasta el otro lado del mapa y el cabrón que te pide auxilio de plano ya no aguanta ni que lo toquen, y como tú eres el único ser competente en el escenario, deberás darte prisa para echarle la mano y que no le caiga caca al pastel.

Repartir dolor es sencillo. Tus personajes tienen combos muy fáciles de aprender que se logran con la combinación de dos botones nada más: cuadro y triángulo. Tienes un ataque especial con círculo, un dash / movimiento para esquivar con X y un modo de furia, que no puede faltar en estos juegos. Cuando activas esta habilidad, tienes acceso a combos mucho más destructivos y ataques especiales devastadores. Si te cargas muchos enemigos antes de que se acabe el tiempo, tendrás acceso a un “relevo” que podrás usar por un corto periodo de tiempo. Básicamente, es una extensión del modo de furia, con los combos monstruosos de tu camarada.

Como tú y tus compañeros, también hay personajes en el bando enemigo que tienen súper poderes. Estos aguantan más castigo y generalmente son los objetivos principales, así que deberás estar atento al mapa (y a los objetivos) para localizarlos e ir a darles una tunda.

Esto de asegurar objetivos, defender territorios y vencer generales puede sonar a que el juego tiene un enfoque estratégico. En teoría, así es; en la práctica, tú sólo obedeces las indicaciones que se te dan y todo lo demás se resume a romperle la madre a miles de soldados. Este es, a mi parecer, el mayor defecto que tiene el juego: la crasa falta de variedad en el desarrollo de las misiones. La primera misión sienta el tono que tiene el título y dicho tono no cambia nunca. Sólo se trata de hacer pedazos hordas y hordas de enemigos.

El sabor se encuentra, más bien, en los personajes. Empiezas el juego con Luffy nada más, pero, afortunadamente, el reparto de piratas seleccionables crece exponencialmente. Aunque los comandos de los combos son los mismos, cada malandrín tiene movimientos diferentes. La mecánica es en esencia la misma para todos; sin embargo, le concedo al juego que cada uno tiene algo, más allá del aspecto físico, que lo distingue del resto, lo suficiente, al menos, para que tengas a tus preferidos.

Conforme avanzas en el juego, tus personajes irán subiendo de nivel. Dicho progreso se verá reflejado en poder realizar nuevos combos y una mejora a tus atributos de vida, ataque y defensa. La cosa es que tus personajes no suben parejo; cada uno va progresando de forma individual. Podría sonar a que esto desgracia al juego completamente, ya que, si quieres usar un personaje, tienes que regresar a misiones más fáciles para ir macheteándolo, pero afortunadamente, el título te permite subirles el nivel a tus personajes de sopetón pagando una módica cantidad del dinero que hayas recolectado a lo largo de tu aventura. No es costoso, así que podrás tener a tus personajes al nivel muy rápidamente. Quizá esto suene como a que estás haciendo trampa, pero, ¿en realidad quieres subirle el nivel a más de 20 personajes a base de macheteo? Agradezco que se les haya prendido el foco para esta alternativa, pues así tienes la oportunidad de jugar con más psicópatas más cómodamente.

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A lo largo de tu aventura, también irás encontrando monedas. Podrás equiparles estas a tus personajes para mejorar sus atributos, así como ciertas habilidades que irás desbloqueando poco a poco. El procedimiento puede resultar algo tedioso, pero no te lleva más de 5 minutos antes de cada misión, así que no está tan grave.

La mecánica no da para más, así que, ¿con qué otras cosas puedes entretenerte? Pues tienes una galería de imágenes y de personajes. Este es el lugar, si eres un novato como yo, donde puedes aprender qué onda los piratas Sombrero de Paja y los demás lunáticos de este universo. También podrás comprar coleccionables como los alaridos que dan tus monos durante las batallas, música del juego y los cinemas. Lo estándar, digamos.

Además del modo de historia, también podrás jugar episodios individuales, donde, supuestamente, a cierto miembro de tu tripulación le dará el mal de “ya me harté de ustedes y voy a matarlos a todos” y será tu deber ponerlo en cintura para que se le quite lo pendejo. Hay una modalidad de retos también, donde las cosas ya se ponen complicadas. El juego en sí es bastante fácil, pero estas misiones sí te pueden hacer chillar.

One Piece: Pirate Warriors 2 está, afortunadamente, agraciado con modalidad multiplayer, por lo que podrás destruir ejércitos en compañía de otro gordo bastardo, tanto en línea como localmente, ya que el título cuenta con pantalla dividida. Si vas a jugar con alguien remotamente, puedes mandar una señal de S.O.S. antes de empezar la misión y comenzar a jugar hasta que un compañero atienda el llamado. Cuando eso pase, empezarás el nivel desde cero con tu compinche.

En el apartado gráfico, One Piece, técnicamente, no destaca para nada. Los efectos son bastante sencillos y los escenarios son increíblemente olvidables. Cierto: en parte es por el zafarrancho constante que hay dentro de cada uno, pero incluso cuando andas corriendo de un lugar a otro sin nada que te detenga, no notarás algo que sea particularmente llamativo. Hay cementerios, barcos, bases en el hielo y otras locaciones con mucho potencial de ser espectaculares, mas tendrás suerte si te acuerdas de uno o dos lugares. Para añadir insulto a la injuria, la disposición de los mapas es muy floja, cosa que contribuye al sentimiento de falta de variedad que de por sí pesa mucho en este título; y luego échenle la cereza al pastel con una cámara que se vuelve loca en los momentos más inoportunos. Hazte un favor y no se te ocurra ponerte en las esquinas, porque no vas a saber ni qué carajos está pasando cuando te des cuenta que la cámara no tiene ni la más puta idea de hacia dónde apuntar. Lo loable del asunto es que, pese a manejar cientos de monos en la pantalla al mismo tiempo, rara vez experimentarás bajones de framerate.

Ah, pero eso sí: de que One Piece es memorable, es memorable, y eso se debe a los personajes. Yo, particularmente, no soy fan del diseño de los piratas y demás habitantes del mundo de Luffy; sin embargo, me acuerdo de casi todos, porque son tan, pero TAN extravagantes que se te van a grabar en la memoria, quieras o no. Dan un nuevo significado a la palabra “estrafalario”.

Definicion_estrafalario

Si contamos como buen diseño de personajes la creación de sujetos que vas a reconocer ahora y siempre, entonces One Piece en sí tiene uno de los mejores que jamás haya existido, y le ayuda muchísimo que el juego los reproduzca tan fielmente.

El sonido, curiosamente, tiene esta misma característica. La música que acompaña las peleas es buena, mas completamente olvidable. El ruido de las madrizas está bien representado, pero qué nos hacemos: a fin de cuentas, es opacado por las voces de los personajes. Volvemos a lo mismo: no tengo ni puta idea de quién sea o qué quiera en la vida la pinche Perona, pero su puta risa (y la de muchos imbéciles más de este universo) me va a atormentar hasta el día de mi muerte. Es de lo más irritante que he escuchado – ¡pero de que se me quedó grabada en el cerebro, vaya que se me quedó grabada!

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Desgraciadamente, este título sólo viene con voces en japonés, y subtítulos en inglés, lo cual puede dificultar su comprensión para algunos, así que quizás quieras tomar en cuenta este detalle pero está subtitulado en español, así que no deberías tener problema para seguir la trama… quitando el detalle de que es un caos.

One Piece: Pirate Warriors 2 te va a durar unas 6 a 8 horas, en cuanto a la historia principal. Los capítulos extras y los retos le extienden mucho la vida, así que tienes madrizas para un muy buen rato.

Bueno, pues ya llegó la hora para terminar con esta reseña. ¿Qué tanto odié a este juego? Pues debo decir que, honestamente, no lo detesté. Es más, ni siquiera me desagradó. De que tiene una historia blanda y olvidable que nada más está de adorno y sirve como excusa para que los piratas se den de chingadazos, no hay duda; y no aprendí nada acerca de sus personajes, salvo que se ven extraordinariamente alocados. El gameplay es repetitivo a más no poder y el diseño de los escenarios es sumamente perezoso.

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Todas estas desventajas le pesan mucho al título, pero siento que los personajes en sí logran que salga a flote, tanto por su variedad visual como su forma de atacar en el campo de batalla. Te darán ganas de probarlos a todos nada más para ver qué locuras son capaces de hacer. Esto es lo que le da vida a One Piece: Pirate Warriors 2, y como hay mucho de dónde elegir y como también puedes jugar con un amigo, puedes quedarte picado unas cuantas horas tratando de romper el récord de homicidios cometidos en una misión.

Así está la cosa, pues: si estás buscando un título variado que no se sienta repetitivo al cabo de media hora, comprar One Piece: Pirate Warriors 2 es la cosa más estúpida que puedes hacer. Hay experiencias allá afuera que son muchísimo más interesantes que este festival de madrazos. Ahora bien, si lo que quieres es putear cosas sin mayor complicación y un espectáculo de trancazos sin sentido, probablemente te convenga echarle un ojo. Si te gustan los juegos tipo Dynasty Warriors y tienes un póster gigante de la tripulación de Luffy en tu cuarto, ya se te hizo: éste es el juego que has estado esperando. Por mi parte, yo me atrevo a decir que, si ando aburrido y tengo ganas de perder un poco el tiempo con un juego que no me haga pensar, es muy posible que lo retome. A mi parecer, ya con eso cumplió su cometido para conmigo.

One Piece: Pirate Warriors 2 es marca registrada de Namco Bandai Games Inc. Esta reseña la hice después de terminar el juego (me tomó unas 7 horas). Pueden encontrarlo en versión física y en la PSN por un precio de $39.99 dólares o su equivalente en la moneda correspondiente a su país.