Diez años han pasado desde que Bryan Lee O’Malley se inspirara en «Ranma 1/2» para tratar de hacer su propio ‘original english-language manga’ alrededor de un joven que también tenía sus particular problemas con las mujeres. Donde él esperaba unas ventas de unos pocos miles de copias el mundo se encontró con uno de los mejores cómics de los últimos años. Una pieza original, fresca y muy canadiense.

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Se me ocurren muy pocos cómics donde lo de ‘muy canadiense’ sea una descripción capital.

A estas alturas ya todos sabemos cuál es la épica de Scott Pilgrim: Joven de 23 años saliendo con una chica china se encuentra de golpe con la chica de sus sueños. Si llamar su atención en un primer momento tiene ya su propia complejidad, después vendrá el verdadero problema: pelear y vencer a cada uno de sus siete exs malvados si es que pretende continuar con ella. Y es que eso es básicamente lo que todos atravesamos cuando nos encontramos a la chica de nuestros sueños, ¿no?

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Especialmente si se mueve en patines por el subespacio – Cosa de todos los días en Canadá.

Bryan Lee O’Malley tomo las mejores influencias de todos lados conjugándolas en un estilo bastante particular. De «Ranma 1/2» saltó a muchos otros mangas, en una época en la que el mercado en América apenas comenzaba a crecer, aprovechando la dinámica de las imágenes y el blanco y negro (que además resultaba más económico). La premisa shônen de ‘chico vencerá todo por la chica’ se va llenando con detalles culturales, un muy particular sentido del humor, y una reflexión bastante madura de fondo sobre las relaciones personales y sus complejas implicaciones. Hipsters, ninjas canadienses, compañeros de cuarto gay y veganos con superpoderes se vuelven cosa de todos los días en un Toronto en el que conviven lo más cotidiano y lo más fantasioso sin que nada parezca irrumpir la paz que todos imaginamos impera en Canadá. Ese lejano país donde uno se gana a sus parejas a base de peleas.

scottpilgrim4Scott Pilgrim, personaje que nace de una canción de la banda canadiense Plumtree, es perfecto para esta cuasi parodia del héroe norteamericano. Es bastante estúpido, despreocupado, no parece consciente de muchas de sus acciones, pero se mantiene sobre la línea de que es ‘un buen tipo’ y le da el toque de humor perfecto al ritmo de la narración. Tiene una banda, no trabaja, no parece tener demasiadas preocupaciones en la vida hasta que Ramona aparece para ponerlo de cabeza. Y es que a través de este juego de superficialidades en que parece que nos encontramos ante una historia en que la búsqueda de la chica es una excusa más, el personaje de Scott (como el de Ramona y varios más de los secundarios) es increíblemente complejo pero excelentemente bien llevado en una historia de lo más extravagante. Entre peleas, discusiones y memorias reprimidas, Scott es el típico chico que quiere a la chica de sus sueños pero que también se ha pasado la vida cerrando los ojos ante otros problemas. Y es que si la película (finalmente un resumen de dos horas de un cómic de seis tomos que ni siquiera había terminado de publicarse cuando se estrenó) nos puede hacer creer que la parte fuerte de la trama son peleas emulando videojuegos, lo cierto es que el cómic se inclina más a recordarnos que cualquier relación interpersonal involucra sus propias y épicas batallas.

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Pero no es sólo un a veces absurdo pero sólido personaje protagónico el que compone esta ‘epic of epic epicness’, el abanico de protagónicos y fugaces, plagados de personalizados detalles, extravagantes referencias y con sus pequeñas sub-tramas, van convirtiendo a Toronto en un enramado surreal donde todo puede ocurrir. De la baterista obsesionada con el horror japonés (Kim Pine, te amo) al último gran ex novio malvado/jefe final, la montaña rusa del mundo de Scott Pilgrim parece que nunca deja de girar.

scottpilgrim6Aunque la adaptación cinematográfica de un excelente y obsesivo Edgar Wright es uno de esos casos de ‘lo mejor que pudo pasarle a un cómic al saltar a la pantalla’, es claro que no termina de ahondar por completo en muchos de los episodios particulares de la historia, especialmente en el hecho de que hay mucho más entre Scott y Ramona que la continua lucha contra los exes. Los estadios de la relación en papel en realidad son mucho más prolongados y abarcan un largo periodo de tiempo a través del cual se manifiestan otros aspectos de una relación además de la presencia de las ex-parejas (malvadas o no), además de que sirve para mostrar a ambas partes como personajes mucho más complejos más allá del típico chico ingenuo con una ex problemática y la cool chica de ciudad que parece tener problemas para comprometerse. Entre las antiguas relaciones de ambos y las que se van generando entre los otros personajes, nos encontramos con una historia que depende tanto de su valor humano como de sus efectos especiales y demás batallas. Y es que es cierto que detrás de todos esos conciertos, batallas, ninjas y demás, hay finalmente una historia de ‘chico conoce chica – y (quizás) está dispuesto a todo por ella’.

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Todas hemos tenido un Gideon.

Lo demás, sabrán, es historia: «Scott Pilgrim» ha vendido millones de copias, la obra ha sido valorizada tanto por autores y críticos norteamericanos como japoneses (quienes encuentran que la fusión en estilos ha sido excelentemente lograda, sobre todo en comparación con tantos otros ‘mangas americanos’). Ha sido considerado en varias listas como uno de los mejores cómics, ya sea por año, por tomo, por género, o por personaje (Scott Pilgrim es considerado el 85 mejor personaje de todos los tiempos según Wizard Magazine). Ganó premios como el Dough Wright Award a Mejor Talento Emergente, el Joe Shuster Award a Sobresaliente Artista de Cómics Canadiense, el Harvey Award por Logros en Cómics y el Eisner Award a Mejor Publicación de Humor.

Si no lo han leído y no los impresionan los premios, háganlo por Ramona. Y si no lo hacen por Ramona, ni por los veganos, ni por las adolescentes chinas, ni por Canadá, entonces háganlo por los X-Men.

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