A estas alturas seguro ya leyeron en todos lados que la película de «Los 4 Fantásticos» es lo peor que le ha pasado a la humanidad. El genocidio cultural del que nos advertía el profeta Iñárritu. Una cinta que hace que te quieras sacar los ojos de lo ridículo que es que un hombre adquiera poderes mutantes elásticos. El horror.

fantastic2«No como las viejas, que estaban buenísimas»

Pues yo seré el abogado del diablo que les diga que, tranquilicémonos todos: los nuevos 4 Fantásticos no van a cambiarle la vida a nadie pero están lejos de ser la desgracia cinematográfica que anunciará el fin del mundo. Muy lejos del 9% que Rotten Tomatoes le da en contraste al 30% de la anterior saga. ¿Soy la única persona que tuvo que someterse a terapia de hipnosis para olvidar lo terrible que eran los 4 Fantásticos? ¿Queremos que Godard empiece a dirigir películas de superhéroes a ver si ahora-sí-son-buenas? Estamos hablando de una cinta cuyos protagonistas controlan elementos y/o están cubiertos de rocas y tienen que usar eso, de algún modo, para medio ser superhéroes. ¿Qué estamos todos esperando?

fantastic3«Al menos Jessica Alba estaba más guapa»

Yo entré al cine convencida de que me iba a arrepentir de no haber elegido «Exorcismo en el Vaticano» y segura de que por algo nunca me gustaron los 4 Fantásticos. Y me encontré con una película que pese a estar plagada de elementos que usualmente arruinan todo lo que tocan, se mantiene a flote de manera más que convincente y que incluso logra algunos buenos elementos. Sí, los Storm son racialmente distintos porque sí, todos son adolescentes (mutantes, duh), trataron de hacer una película seria con personajes que no se prestan demasiado para ello, y sí, tienes a un montón de buenos actores de los que no puedes evitar preguntarte ‘¿por qué aceptaron ese papel?’. Y aun así, independientemente si dentro del canon Marvel la película funciona, como cinta de individuos que de pronto son víctimas de alteraciones más que inusuales y como excusa para un poco de acción, está bien, es entretenida. Y es evidente que tenía algo así como una dirección antes de que fuera mutilada, cosa de la que Josh Trank acusa directamente al estudio y ¿en realidad nos sorprende?

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No pensé que fuera posible, bajo ningún concepto, que un personaje como Reed Richards pudiera gustarme, y sufría un poco porque fuera justo Miles Teller (ese excepcional protagonista de «Whiplash») quien lo encarnara. Pese a la tópica historia del niño superdotado, nos encontramos con un Richards que se ciñe a una imagen mucho más realista del científico genio de la que el cine y la televisión nos tiene acostumbrados. Es awkward sin ser gracioso, tiene un enorme potencial pero no siempre es capaz de ver las cosas obvias, y dista mucho de poder convertirse en un superhéroe a la primera oportunidad. Sin intentar hacerlo un rockstar. El grupo se va completando con personajes que parecen muy aterrizados para ser sólo miembros de un equipo superheroico. Jamie Bell es un fantástico (duh) Ben Grimm que no necesita verse como una mole desde antes de estar cubierto de piedras. Y aunque los Storms se aferran un poco más a sus estereotipos, no resultan chocantes en una trama que todos sabemos desembocará en un ‘entonces pasó algo excepcionalmente raro y bam, obtuvieron poderes’.

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Lo que es cierto es que «Los 4 Fantásticos» parece a todas luces una película inacabada. De sus 100 minutos (bastante mínimos para lo que el cine actual de superhéroes suele durar) más de 3/4 partes se ocupan en presentar a los personajes, dando un salto abismal hacia una acción muy apresurada para justificar un final. Lo que parecía un lento desarrollo de personajes y la puesta en escena de un contexto que justifique su conformación como grupo, de pronto es dejado completamente de lado para introducir un giro dramático vertiginoso y totalmente abrupto que no ayudará en nada que la situación no luzca ridícula en muchas ocasiones. Drama forzado, un villano muy poco construido, y una serie de decisiones visuales arbitrarias dejan la sensación de que uno se perdió gran parte de la película y llegó inesperadamente al final sin saber ni cómo. Los comentarios de Trank, quien parece no volverá a dirigir para Hollywood muy pronto, indican que la edición no es suya (ahora sabemos que la edición final se terminó hace apenas un par de meses) y que esa no era su visión de la película. Una película que ni sus protagonistas habían podido ver antes de que fuera inmisericordemente (y exageradamente, creo yo) destrozada por la crítica.

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Sin duda Marvel nos tiene acostumbrados a una cierta calidad pero también a un cierto tipo de cine. Y aunque los 4 Fantásticos, como personajes, pertenecen a la misma línea editorial, en sus adaptaciones no pertenecen a la misma productora y eso es evidente. Como también es evidente que lo que trató de hacerse en la película, más o menos logrado, era desligarse del cine catastrófico efectista y de la comedia a-la-Marvel. Y sin duda la película o la trama o los personajes (o la terrible imagen de Dr. Doom) podrán parecerles mucho peores que a mí, pero hablar de 4.0 estrellitas cuando hay un mundo de producciones ahí afuera que sí que hacen que te quieras sacar los ojos, me parece una exageración increíble.

Así que, tranquilicémonos todos.

fantastic8El hombre de la máscara de hierro alienígena.

«Los 4 Fantásticos» o «Fantastic Four» es una película estadounidense del 2015. Dirigida por Josh Trank («Chronicle», «The kill point», «The red star») y protagonizada por Miles Teller («Whiplash», «The spectacular now», «Divergente»), Jamie Bell («Billy Elliot», «Ninfómana», «King Kong»), Kate Mara («House of Cards», «Shooter», «Iron Man 2»), Michael B. Jordan («Chronicle», «Fruitvale station», «That awkward moment»), Toby Kebbell («RocknRolla», «Wrath of the titans», «Dawn of the Planet of the Apes»), Reg E. Cathey («Seven», «The machinist», «American psycho») y Tim Blake Nelson («The incredible Hulk», «Lincoln», «O brother!»). Tiene 4.0 estrellitas en imdb, 3.7 en filmaffinity y 9% en el tomatometro. Pero yo sostengo que no es, ni de cerca, tan mala. Y ya saben, está en cartelera.