Entre las recomendaciones para esta semana y mi aparente intolerancia a muchos de los cómics que se me presentan recientemente, se cruza nuevamente Snyder por mi camino. Scott Snyder. Con ya tres reseñas de obras suyas en lo que va del año (y que me perdonen tantos otros autores), parece claro que hay algo en Snyder encantador y algo inacabado. Quizás es por eso que decide recurrir a fantásticos ilustradores que compensen y den fuerza a todos esos momentos en que su guión tambalea un poco hacia los límites. Y cuántos límites abismales no vamos a encontrarnos en «The wake».

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Ni siquiera voy a tratar de justificarlo: si las mitologías en general me enganchan fácilmente a cualquier historia, las sirenas son mi punto débil. Y uno no tiene que leer demasiado para comenzar a sospechar lo que se esconde en esas marinas profundidades en las que la Dr. Archer se ve obligada a sumergirse bajo la promesa de ‘un último trabajo’ (que al parecer aplica igual para los ladrones retirados que para los biólogos marinos despedidos). Especialistas en otras áreas científicas (no siempre muy ortodoxas) se reúnen también bajo el mismo engaño, pero aquí no estamos hablando de románticas sirenas que sueñan con su príncipe terrestre, ni siquiera despiadadas pero bellas sirenas queriendo encantar a Odiseo. Si hay algo caníbal y ruidoso escondiéndose en los abismos marinos, no va a tratar de engañarnos detrás de una máscara.

thewake3Todo lo caníbal y ruidoso.

Lo primero que atrapa de «The wake» es este falso rigor científico que esconde una clara obsesión por las historias. A la mínima provocación la historia humana, sin orden alguno, se presenta entremezclando sus posibilidades y sentenciando que todo lo que sabemos podría no haber sido. Tecnologías anacrónicas, leyendas dramáticas, un grupo de especialistas encerrados con una bestia milenaria que llevan todas las de perder. Así empezaría un fantástico slasher de ciencia ficción ochentero y también esta aventura acuática inmejorablemente ilustrada por Sean Murphy, cuyos trazos parecen capaces de dar fuerza a cualquier guión. Y si involucra cardúmenes de criaturas sedientas de sangre, pues qué mejor.

thewake4Por desgracia, uno no puede vivir sólo de la conocida premisa de ‘estamos atrapados, rodeados, y ahora qué’ que se dibuja desde el primero de los 10 números que conforman esta mini serie (apenas un poco más de 200 páginas en la versión completa). Y para eso «The wake» deja en claro que su estructura se divide en dos momentos seccionados y posicionados casi a modo de espejo: si en el primer arco seguimos a Lee Archer y los motivos personales que la llevaron a sumergirse en el Ártico en busca de una voz; a partir del número 5 la protagonista será Leeward, una joven rebelde y huérfana que habita un mundo que 200 después se encuentra sumergido casi por completo en peligrosas aguas. La noción que guía a ambas mujeres, a su manera, es la misma obsesión que parece marcar el recorrido de todas las figuras históricas que se aparecen fugazmente entre las páginas: tiene que haber algo más. Algo más detrás de esos cantos, detrás de esa especie animal desconocida, de ese mundo que se hunde cada vez más. «The wake» es una incesante búsqueda en un terreno hostil que no parece dispuesto a revelar sus secretos: el infinito mar.

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Si su estilo visual es capaz de hacer que le perdones (casi) todo a la historia, es cierto que hay muchos elementos que están maravillosamente pensados y posicionados. No siempre ambos. Siendo una historia que parte de una leyenda tan conocida con una perspectiva no tan usual (a menos que consuman películas de sirenas malditas con tanta frecuencia como yo), los destellos fugaces de otras historias (leyendas, episodios antiguos, mucho contexto cultural que no es necesario enunciar para que sepamos que está allá) ayuda bastante a darle dimensión a una historia que de otra manera tendría personajes bastante bidimensionales (para tener dos protagonistas mujeres, no es que podamos decir absolutamente nada importante sobre sus motivaciones). Y especialmente en la segunda parte, una de las mejores cosas de ese mundo cuasi «Waterworld» son los pequeños detalles que demuestran que es un universo planeado y lleno de sus propias referencias. Cuestiones del lenguaje que el autor soluciona a través de glifos, o situaciones en las que no se ahonda demasiado pero que se suman a la recreación del mundo.

thewake7Todo lo cual, por desgracia, no rescata un guión que demuestra sostenerse enormemente en su premisa y que termina por perderse en sus líneas generales. El primer arco, mucho más interesante y sugestivo, se ve obligado a terminar abruptamente para que haya algo que contar en el segundo, dando inicio con un abismal salto del que no terminamos de recuperarnos y que jamás consigue encaminarse en esa búsqueda que tanto nos prometía. La justificación final que cierra vertiginosamente el último número parece un rollo metafísico desesperado por concluir sin recurrir a todos los tópicos que ya estaban ocupados (en algún otro universo, la Dr. Archer despierta después de una resaca de agua salada y se da cuenta de que todo fue un sueño – awwww). Y es que no es la primera vez que Snyder me deja con la sensación de ‘tenías una gran idea pero después…’, pero quizás debido a las sirenas de por medio y a los interesantes primeros números, es que en esta ocasión la caída fue todavía más dura.

Pero ¿ya vieron qué increíbles ilustraciones?

thewake6Argh, you win this time!

Una interesante y atípica curiosidad que encima tiene la ventaja de no ser demasiado larga, pero que difícilmente es la joya única que mencionan en algunas (pocas, eso sí) reseñas. Y es que Vertigo tiene a «Sandman», y todo lo demás palidece en comparación.

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Pueden comprar «The wake» en inglés en Amazon (con opción para kindle) y también en El Péndulo, y en español como «El resurgir» en la página de ECC.