Ahora que vuelve a estar de moda hacer que los adolescentes se maten brutalmente entre ellos (ah, ¿alguna vez dejó de estarlo?), «As the gods will» (o «Kamisama no iutoori») nos recuerda lo increíble que fue iniciar siglo con «Battle Royale» y como, pese a que Hollywood le quiera quitar toda la sangre a sus juegos del hambre, hay cosas que nunca pasan de moda.

asthegodswill2Como los japoneses adolescentes psicópatas, al parecer.

Aunque como todo buen manga que se precie actualmente va por su segunda parte y es infinita, la serie original empezó en 2011 y concluyó un año después con apenas cinco volumen, casi autoconclusivos. La premisa, como cualquiera en esta clase de historias cuyo encanto es llevar una situación al extremo, funciona precisamente por sencilla y explosiva: Shun Takahata, un joven que le ha perdido un poco el gusto a la vida, llega un día a clases y se encuentra con que la cabeza de su profesor ha sido reemplazada por un daruma con voluntad propia (y asesina).

asthegodswill3Para los estándares de Japón, todavía no empieza lo raro.

Tras la sorpresa y las explosiones de sangre iniciales, queda claro que todo el grupo se ha visto atrapado en una versión retorcida de un juego infantil (similar al de las estatuas) en el que deberán acercarse sigilosamente al daruma sólo cuando no los esté mirando, con el riesgo de ser brutalmente ‘descalificados’. Con muchas menos indicaciones que ese informativo video inicial de «Battle Royale», Shun se irá encontrando y desencontrando con otros estudiantes y, especialmente, con otros personajes mucho más inesperados dispuestos a jugar con él hasta las últimas consecuencias.

asthegodswill4«Saw» también nos había enseñado antes que nadie quiere jugar impunemente contigo.

La principal línea narrativa sigue a Shun, tan desconcertado como nosotros pero probablemente con mejores reflejos ante situaciones extremas, mientras trata de seguir el paso de quien sea que está orquestando cada uno de los juegos y de entender el panorama general de lo que está sucediendo. Como en las buenas historias de supervivencia, la cantidad de personajes que se irá encontrando en su camino es extensa y la mayoría no duran demasiado tiempo, pero aunque algunos consigan formar parte de su ‘equipo’ por algunos capítulos, no hay ninguna seguridad de cuánto tiempo lo harán. Entre ellos se encuentra Ichika Akimoto, amiga de la infancia, Takeru Amaya, el psicópata obligado en estas historias (porque todo autor japonés sospecha que hay una gran cantidad de adolescentes que serían realmente felices si algún poder sobrenatural llevara al mundo hacia una masacre fácil), Shouko Hirai, la chica dulce pero dispuesta a sobrevivir (y sobre todo si es junto a Shun-san, obviamente), entre otros. Por otro lado tenemos también la historia de un hikikomori que lleva años sin salir de su habitación (no digamos de no asistir a la escuela) y que sigue el fenómeno de los cubos misteriosos traga-adolescentes desde fuera. Aunque su intervención es menor, es gracias a él que podemos intuir algunos datos concretos de lo que está sucediendo por medio de las noticias, foros de internet y, eventualmente, por su propia investigación. Porque, como habíamos adelantado, este juego macabro-infantil-alienígena no es todavía lo más raro que la historia tiene por ofrecernos.

asthegodswill5Gente en la tele de Japón cualquier día. Nada raro por acá.

El equipo creativo detrás del manga es Mineyuki Kaneshiro en el guión y Akeji Fujimura en las ilustraciones, quienes hacen funcionar excelentemente una historia que fácilmente podría haber caído en el montón. El detalle de los juegos infantiles ya consigue ser lo suficientemente atractivo (si es que uno no llega a la historia en busca de sangre), pero eso se le suma un muy buen manejo de los personajes (con algunos toques de humor) y un estilo que pasa de la simpleza descuidada al detalle minucioso, del personaje estereotípico a la fealdad deliberada. Un estilo, además, que va mejorando conforme pasan los números (y los años, suponemos), consiguiendo algunas escenas increíbles y algunos contrastes desconcertantes.

asthegodswill6«Ahhhhhhhh, ¿ojos?»

A la violencia explícita y fortuita (bastante deducible por la premisa pero confirmada por el tratamiento visual) se le suman algunos detalles ‘hentai’ que en su mayoría se quedan más en la retórica que en la imagen. Es decir, sí hay chicas con pechos desproporcionados y convenientemente en ropa interior a la mínima provocación, pero cuando es hora de hablar de fetiches o parafilias, el asunto se queda un poco en la caricatura. La justificación, en muchos de los casos, es igualmente desconcertantes, pero en el panorama general funciona para la trama.

asthegodswill7Ah, sí, la trama.

En 2014, Takashi Miike adaptó la mitad del manga en la película del mismo nombre con resultados increíbles. Después de una racha de películas no-tan-buenas, demostró una vez más que es excelente adaptando otros materiales, especialmente de anime/manga, y agregando una estética y un perfil de personajes que se complementan con los de la historia original a la vez que aportan toda una nueva dimensión. Seguramente el cambio más destacado es la personalidad de Amaya, quien pasa de ser el típico psicópata en el cómic a prácticamente robarse la película por momentos.

kinopoisk.ru¡Recomendación doble!

En 2013 comenzó a publicarse la segunda parte de la historia, muy originalmente llamada «As the gods will 2», que en realidad empieza como una historia paralela con exactamente el mismo episodio que la primera serie pero en otra escuela. Con otros protagonistas, y con el antecedente de que ya sabemos de qué van los juegos (aunque el del daruma tenemos que tragárnoslo completo de nuevo), asumo que sus hasta ahora casi 200 números permitirán explorar mucho mucho más la trama. Aunque no sé qué tan necesario sea eso, pueden perfectamente quedarse con esta pieza mínima pero rebosante de vitalidad. Y de hemoglobina.

asthegodswill9Moraleja: nunca estén solos, chicos.