Infinite, Capítulo 1 | Forum

Capítulo 1: La conquista de los cielos

8 años después

Diciembre 31 de 1939, cápsula de viaje Steam Core

-Señores, han pasado 8 años desde que yo y mi socio Asimov tuvimos la visión de liberar al hombre al crear una ciudad que le permite tener una liberación de la sociedad, bueno, la película Asimov.

Asimov introdujo un carrete de película en un proyector de calor cobre, el proyector estaba formado en su mayor parte por tubos de cobre, los tubos parecían estar ennegrecidos como si los hubiesen soldado recientemente, la película estaba en blanco y negro, el audio era la voz del señor Verne, con un tono casi metálico.

-Yo tengo una visión, una ciudad en donde el hombre no tenga que soportar las ataduras injustas de la ley, con capacidades ilimitadas sin las ataduras actuales del gobierno, es hora de romper los esquemas y romper los supuestos límites del hombre, señoras y señores, ante ustedes… Elysia, la ciudad de las nubes.

Las ventanillas de la cápsula se abrieron y lentamente el ventanal donde proyectaron la película se abrió de par en par para que los tripulantes de la cápsula observasen la ciudad, los espectadores se quedaron asombrados por la forma de la ciudad, la cual estaba formada por varias islas unidas por cables de 10 metros de grosor al mismo tiempo había unos pequeños rieles de cobre que se elevaban en el mismo cielo de la ciudad. La arquitectura era simplemente asombrosa, las bases de las islas parecían unos platos hondos volteados, las bases tenían un color cuproso muy recalcado, similar al del proyector así mismo había unas chimeneas en las azoteas de los edificios, las cuales expulsaban vapor, el cual parecía una niebla espesa, los tripulantes de la cápsula eran artistas, ingenieros y científicos, los cuales romperían los esquemas solicitados por el señor Asimov y el señor Verne, la sala estaba oscura, iluminada solamente por un bombillo que daba una luz amarillenta y enfermiza.

-¿Y cómo es que se puede elevar la ciudad?-, dijo un hombre en el fondo del salón, el hombre vestía una gabardina y un sombrero de copa, el hombre se veía un tanto sombrío, como si no se pudiese confiar plenamente en él.

-Bien, usted debe de ser el científico en líder, el doctor Helbert Twain.

-Sí, uno de los mejores en física cuántica y biotecnología, a sus servicios.

-Una muy buena pregunta señor  Twain, esa fue una de nuestras primeras incógnitas, no teníamos la menor idea de cómo hacer que la ciudad levitase, pero un día lluvioso de octubre del año pasado, la ciudad tenía sus estructuras terminadas y sólo faltaba elevarla, entonces, una idea se nos ocurrió ese día, crear una esfera que pudiera crear un campo magnético de la misma polaridad que la del campo de la tierra, entonces la esfera trabaja con un campo magnético negativo tal y como la tierra, entonces así es como levita la ciudad, entonces creamos suficientes esferas para todas las islas y todas se elevan con el mismo principio de antigravedad, con corrientes magnéticas que se repelen perpetuamente.

-Una idea muy ingeniosa señor Verne, por lo que veo la ciudad fue diseñada cuidadosamente y sabiamente, todo está calculado por lo que yo veo.

-Muy bien señoras y señores, es hora de bajar, es hora de que admiren la ciudad en todo su esplendor.

La cápsula aterrizó sobre unos soportes de un color cuproso de un estilo muy desgastado, los soportes estaban bajo el borde, con el propósito de que la tripulación bajase por la escotilla que se encontraba en la parte superior de la cápsula, la escotilla traqueteo con un sonido metálico y al momento de abrirse se filtró una neblina espesa.

-No hay peligro, la neblina es totalmente respirable, es aire reciclado, así que no se preocupen por eso.

La ciudad era mucho más majestuosa estando en ella,  las edificaciones tenían un hermoso estilo victoriano combinado con un exquisito estilo renacentista, las mismas edificaciones tenían tubos de cobre en la parte de afuera, los tubos le daban a los edificios un aspecto de exoesqueleto, en la isla principal y también la más grande había una gran zona llena de árboles y arbustos, en ese mismo lugar había una estatua amorfa, su nombre era “La forma de la división”, Verne guió a sus invitados a un borde de la isla principal, en él había un riel parecido a los de las vías del tren pero éste riel tenía algo diferente, tenía dientes entre sus aberturas, dientes al estilo de un engranaje, los rieles se elevaban y caían en picada en algunos segmentos, en ese momento Verne se acercó a una cajita de metal, de ella sacó una especie de resortera de cobre la cual en las puntas tenía unas especies de engranajes, Verne apretó el botón que se encontraba en el centro del artefacto, al presionar el botón las puntas se separaron y comenzaron a girar, al presionarlo otra vez el proceso se detuvo.

-Estos artefactos son llamados lancetas, presionan el botón y se unirá al movimiento de los rieles, lo presionan otra vez y las puntas se separaran del riel y podrán bajar.

Todos tomaron una lanceta y se dirigieron hacia una de las islas aledañas a la principal, el recorrido de los rieles era temible, el señor Verne sintió cómo su estómago se salía de su cuerpo y cómo el aire cortaba su cara como si de hilos muy finos se tratase, todos tenían un vértigo inconmensurable, todo parecía irreal en los cielos, pronto llegaron a una parte de la ciudad conocida como el puerto de bronce por tener un color bronce muy prominente, había una fábrica textil con un color bronce muy fuerte, ese edificio era el laboratorio de física cuántica pero la apodaban la fábrica de bronce, todos entraron al edificio mientras los oscuros adentros del edifico parecían devorarlos.