Vida de Máquina, prólogo (+18) | Forum

ADVERTENCIA: ESTA OBRA ES DE FICCIÓN Y CUALQUIER PARECIDO CON PERSONAS DE LA VIDA REAL ES MERA COINCIDENCIA, EL PROPÓSITO DE ESTA OBRA VIENE CON EL ÚNICO FIN DE SER COMPARTIDA CON LA COMUNIDAD, VARIOS CAPÍTULOS TENDRÁN ESCENAS SIMILARES A LAS DESCRITAS EN ESTE PRÓLOGO, SI NO LES GUSTA LA ULTRAVIOLENCIA O LA VIOLENCIA NO LA LEAN, HAN SIDO ADVERTIDOS.

 

Vida de Máquina

 

Por: Luis Ramos

 

Prólogo

 

-Vamos, sigue caminando ya casi llegamos- dijo Alexis Máquina a su hermana menor Elizabeth mientras volvían a casa una noche con nieve-, que se hace tarde.

 

-Lo siento Alex, estaba pensando en… bueno, en cómo haremos para salir adelante, sabes que nuestro padre falleció hace un tiempo y que mantenernos es más difícil para nuestra madre.

 

-No te preocupes por eso Beth, ya se me ocurrirá algo, tú debes seguir concentrada en estudiar, yo ya no me preocupo por esas cosas.

 

A Máquina lo habían expulsado de la escuela cuando tenía dieciocho años, por un pleito en el comedor y por haber dejado bastante mal a su contrincante, el cual necesitó varios puntos de sutura para arreglarse la frente y varios días de reposo por el traumatismo cerebral, Máquina era un hombre que vivía alejado de las leyes y esas cosas, nunca había respetado la ley y por supuesto, nunca un trabajo, no era muy honrado.

 

-Sabes Alex, nunca debiste haber golpeado a Thomas Shirwood ese día.

 

-Beth, no podía dejar que me insultase de ese modo.

 

-Pero, no fue una respuesta muy buena.

 

-Lo entenderás cuando seas mayor, ahora tengo que concentrarme en encontrar un trabajo para mantenerlas, ustedes son lo más importante de mi vida y no dejaré que nada les suceda.

 

Alexis era un hombre de diecinueve años y su hermana Beth una jovencita de catorce años, su madre era una señora ya mayor de unos sesenta años, llegaron a la casa y entonces se acostaron a dormir, Beth y Máquina siempre habían compartido habitación desde niños, y nunca les importó seguirlo haciendo, esa noche Máquina durmió muy mal, tuvo el sueño de varios puños destruyendo el cuerpo de su madre mientras alguien trataba de violar a su hermana pequeña, despertó demasiado fatigado, pero eso no le supuso un problema para salir a buscar un trabajo.

 

-Volveré más tarde madre- dijo Máquina mientras salía por la puerta trasera una vez terminado su desayuno.

 

Esa mañana comenzó a llover para sorpresa de Máquina, por suerte estaba usando una gabardina de tela impermeable, la cual había comprado con los pocos ahorros de su último trabajo del cual lo habían echado por dejar en muy mal estado a un compañero que lo había insultado, si no lo recordaba mal le había tirado todos los dientes y le dejó la cara llena de horribles cortadas por su navaja, en realidad no lo habían echado, él dejó de ir después del incidente y entonces el dueño del negocio consiguió a un nuevo hombre, y el individuo golpeado por Máquina quedó en coma y murió unos meses antes, la vida le era mala a Máquina, con un padre muerto a sus quince años y la imposibilidad de ayudar a su madre o a su hermana  lo habían hecho algo violento, o bastante violento para ser un joven hombre de casi veinte años, estaba pensando en cómo le era dura la vida entonces dio vuelta en la esquina de la calle Enluid con la calle Munithan, Máquina vivía en un distrito de la ciudad más grande del país incluso que la “Podrida Gran Manzana”, la ciudad se llamaba Kingdom, nunca supo el por qué de ese nombre pero nunca le dio importancia, él vivía en el distrito conocido como Narrows, en el centro de la ciudad, llegó a la avenida Boothby y dobló en Grolund, pero su suerte no fue muy buena, fue de tienda en tienda y en ningún lugar le dieron trabajo, entonces cuando creyó que todo estaba perdido fue al parque y en ese momento un hombre mayor lo llamó.

 

-Hijo, ven aquí.

 

Máquina fue hacia el extraño individuo y lo miró con detenimiento, como si desconfiara de él un poco.

 

-Dígame señor.

 

-¿Te interesaría ganar algunos billetes?

 

-Desde luego señor, pero dígame, ¿qué necesita de mí?

 

-Necesito que vayas a la tienda de comestibles de Joe’s la cual está en la calle Brundhert, el tipo tiene un alijo de cocaína que es mío, pero el muy cerdo se lo quedó, recupera mi cocaína y de paso mata al bastardo, toma esta navaja.

 

El hombre le entregó a Máquina una navaja barbera, era muy hermosa, y resplandecía a la luz del sol opacado por la lluvia.

 

-Cuando termines ven a buscarme al restaurante Ray en Brookhaven Avenue, te espero hijo y claro toma dinero para el autobús.

 

El hombre le dio varias monedas a Máquina el cual las aceptó de buena gana, ahora tenía que terminar el trabajo, tomó el autobús y llegó a la tienda de Joe (al menos suponía que ese era el nombre del dueño), entró y vio que apenas había gente, sólo una empleada en el mostrador.

 

-¿Dónde está Joe?- dijo Máquina mientras el agua le escurría de su cabello.

 

-Supongo que vienes a por la vacante, sígueme por favor.

 

La mujer lo acompañó al despacho de Joe el cual abrió la puerta y dejó entrar a Máquina.

 

-Cierra la puerta.

 

Máquina la cerró y se abalanzó sobre Joe, lo tomó por la espalda poniendo el filo de la navaja en su cuello.

 

-¿Dónde está la cocaína de Ray?- dijo Máquina en un susurro.

 

-Está en mi escritorio, no me lastimes, la mujer que te condujo hasta aquí es mi hija, y mi esposa murió de neumonía el invierno pasado, no me lastimes.

 

-No lo haré, calla, cálmate, no te haré daño, pero dime exactamente en qué parte del escritorio está la cocaína- Máquina seguía susurrando en el oído de Joe, en verdad estaba asustando a ese tal Joe.

 

-Está en el primer cajón del lado derecho, toma mi billetera, tengo algo de dinero, y también hay dinero en el último cajón del lado izquierdo y puedes llevarte el dinero de la caja, y puedes salir por la puerta trasera pero no me lastimes, la llave está junto a la cocaína.

 

-Eres un buen hombre Joe- dijo Máquina mientras comenzaba a rebanar el cuello de Joe con la navaja barbera que le había dado Ray unos minutos antes, la sangre brotó del cuello como una cascada y Máquina se llenó un poco, pero le cortó un brazo y abrió el cajón con él, para no dejar pistas, tomó la cocaína y el dinero, entonces entró la hija y al ver la escena trató de gritar pero no salió sonido alguno de su garganta, entonces cuando se dio la vuelta para salir del lugar Máquina la tomó por una muñeca, se guardó la navaja en un bolsillo y le sujetó ambas muñecas con una mano, y supo que se trataba de una niña de quince años, la verdad era que no se dio cuenta de eso cuando entró, entonces Máquina deslizó su mano libre bajo su blusa y le acarició un pecho, la carne de la jovencita gritó al tacto y ella trató desesperadamente de liberarse de los brazos de Máquina, el cual sonrió.

 

-Mientras más te enojes más cachondo me pongo y no te gustaría verme cachondo.

 

Máquina tenía dos años sin haber tenido una relación sexual, su primera relación sexual fue con una chica de su clase, un mes antes de ser expulsado, añoraba la piel femenina, así que apoyó a la jovencita en el escritorio, le dijo que se quitase la ropa, entonces él se bajó los pantalones y metió su miembro en el ano de la joven la cual trató de gritar pero Máquina le tapó la boca con una mano, sólo repitió el proceso dos veces ya que no quería que su semen estuviera en el ano de la joven ya muerta, así que le rebanó la garganta y llenó el ano de la mujer con sangre de su padre para que cubriera las posibles manchas de semen, entonces salió del lugar por la puerta trasera, pero antes tomó prestado el sombrero fedora de Joe, tomó el autobús y llegó al negocio de Ray, el cual estaba vacío, sólo Ray, le entregó la cocaína.

 

-Buen trabajo muchacho, pero, ¿cuál es tu nombre?

 

-Alexis Máquina y es lo último que tu escucharás.

 

-¿De qué coños hablas?

 

Máquina sacó la navaja, la abrió y le rebanó el cuello de un tajo a Ray, lo arrastró a la cocina y lo metió en el horno, y lo puso a calentar, buscó en su oficina y dio con el dinero, se llevó la cocaína y salió por la puerta trasera, era su primer crimen verdadero, tal vez la vida de criminal le gustaba, más que la vida normal, pudo pensar, nada le había sentado bien, con mil billetes en el bolsillo todo sería más fácil para su hermana y su madre, tal vez se dedicaría a robar desde ese momento, lo siguió pensando hasta llegar a su casa y dormir. “Me sentará bien” pensó dormido.