Uno anda distraído pensando en otras cosas y cuando menos se lo espera «El Hobbit 2» ya está en cines. Qué pena tener que esperar un año más por la tercera.

Como ya sabrán, la película es la segunda parte de la nueva trilogía de Peter Jackson basada en la obra de Tolkien y que surge en cierta medida por la gran popularidad que tuvo la de «El señor de los anillos», por la que Jackson empeñó media vida con tal de que se viera tan espectacular como creía que los libros que se merecían. Como se trata de la segunda película voy a asumir que ya vieron la primera y ya saben de qué hablo. De un montón de enanos, un mago y un hobbit.

hobbit2Sobre todo de un montón de enanos.

También les voy a adelantar que aunque la fantasía no es mi género preferido, todas las películas que ha sacado Jackson sobre el mundo de Tolkien me han encantado, y específicamente su predecesora me gustó muchísimo, a lo que sin duda contribuye en gran medida que Bilbo es un gran personaje.

hobbit3Y un detective en sus ratos libres.

Continuamos donde nos quedamos en la anterior, con la comparsa de enanos-mago-ladrón recorriendo un largo camino para tratar de llegar a Erebor antes del tiempo marcado por la profecía.

hobbit4La película pierde algo de la fuerza inicial ante la falta de una introducción tan deslumbrante como la de la primera parte. Un par de flashbacks sirven para ponernos de nuevo en contexto y recordarnos que estamos en un viaje épico que se cortó hace un año y que de pronto vuelve a nuestra pantalla. Quizá por ello las primeras subtramas (o episodios) pueden sentirse un poco vertiginosos y llevarnos muy de golpe a la sensación de ‘los están persiguiendo, muévanse’. Un efecto que no recuerdo de «El retorno del rey» pero creo que «El señor de los anillos» se prestaba mejor para la estructura episódica de una trilogía. De todos modos esto no dura mucho y lo único que consigue es que quizás unos primeros personajes no se luzcan tanto como podrían, ¡pero nosotros estamos en un viaje épico!  no podemos detenernos ante detalles como esos.

Que «El hobbit», siendo un texto mucho más corto, sea una trilogía, es un hecho que me genera sentimientos encontrados. Por una parte, por el tipo de historia que es, su estructura está hecha para ser contada de un tirón, no para dejarnos con la sensación televisiva de «¡continuará en el próximo episodio!» con la desventaja de que ese próximo episodio tardará un año en aparecerse. Pero por otro lado es cierto que esa extensa duración (ya saben que Jackson si pudiera haría películas de cuatro horas cada una) permite que se le preste toda la atención y cuidado necesario a los detalles de la historia y que los personajes se luzcan a la perfección. Esto funciona, me imagino yo, mejor con los que ya son fanáticos y que, como a mí, no les molestaría que seguir viendo esa acción fantástica por horas.

hobbit5¡Hoooras de dragones con la voz de Cumberbatch!

Sobre la película en particular, se refuerza una de las razones por las que la primera me encantó: a diferencia del heroismo puro que poblaba «El señor de los anillos», aquí la gran mayoría de los personajes protagónicos tienen defectos bastante claros. Aunque la acción que mueve la historia, cual épica clásica, está construida sobre cierta nobleza, los personajes que la encarnan son bastante problemáticos. Thorin es un gran rey pero también es un necio con mal carácter y al que al parecer le cuesta a veces perseverar en su propia aventura. Bilbo es por naturaleza un hobbit apacible pero ese anillo en su bolsillo lo está volviendo un poco loco. Las dimensiones que estos detalles le dan a los personajes consiguen también darle un toque particular a una historia clásica de reclamación de reino. Y construye personajes fantásticos, incluso logrando que uno no vea a los enanos como un grupo heterogéneo sin mayor diferencia.

hobbit6Enano galán, por ejemplo.

Hay grandes personajes nuevos. A mí me encantó particularmente Thranduil, el rey de los elfos del bosque, pero también Bard, el señor de Laketown, Beorn, y ni qué decir de Smaug, ocupan de manera fantástica su lugar en la Tierra Media. Los mayores contras son un par de elfos: el buen Legolas que necesita una cantidad absurda de photoshop para que intentemos creer que Orlando Bloom se sigue viendo como el jovencito rubio que era hace ya más de 10 años, y Tauriel, el personaje femenino metido a la fuerza. Es guapa la chica y en general su personaje podría haber sido interesante pero no sé para qué se molestan en decirnos que es una elfo muy chingona si está ahí sólo para protagonizar una subtrama romántica con toques casi infantiles. Yo siempre me he preguntado si realmente es un imperativo para Hollywood meter a como dé lugar personajes femeninos y/o historias de amor o de otro modo sus películas fracasarán miserablemente. Y no es que me queje totalmente de ella pero yo podría haber visto muchos más flechazos a orcos y menos sonrisitas tontas cuando descubre que la miran bonito.

hobbit7Aquí entrenándose para los Juegos del Hambre.

Sin embargo, lo peor de la película es que no haya durado más y que vayamos a tener que esperar otro año para terminar de vivir la historia.

Mientras esperamos (un año), les dejo otro elfo:

hobbit9

«The Hobbit: The desolation of Smaug» (o «El Hobbit: La desolación de Smaug») es una co-producción entre Estados Unidos y Nueva Zelanda del 2013. Dirigida por Peter Jackson («El señor de los anillos», «King Kong», «Braindead») y protagonizada por medio mundo, pero sobre todo por Martin Freeman («Sherlock», «The world’s end», «Nightwatching»), Ian McKellen («El señor de los anillos», «X-Men», «Dioses y monstruos») y Richard Armitage («Capitán América», «Robin Hood», «Miss Marple»). Tiene 8.8 estrellitas en imdb y 74% en el tomatometro, y se lo merece. La acaban de estrenar así que ya saben. Y si la ven en 3D vienen y nos cuentan qué tal.