Monster Hunter Generations es la más reciente iteración de la que quizás sea la más importante franquicia de Capcom en Japón. Esencialmente, el juego fue diseñado y vendido como una celebración al largo legado de la franquicia, reuniendo a un grupo de monstruos, escenarios, armas y mecánicas, viejas y nuevas.

Como la idea es que revivas tus primeras cacerías, este título inicia de una manera humilde en la villa de Bherna  y continúa en la prehistórica tierra de Kokoto; después, la nevada aldea de Pokke y, finalmente, en Yukumo, un poblado desconocido para nosotros, ya que el juego de donde proviene nunca salió de Japón. Si ya has jugado otra versión de la serie, sabrás que la historia no es muy relevante que digamos, pero aún así encontrarás a prominentes personajes de juegos anteriores que te pedirán cosas como antes; sin duda un detalle muy bien pensado, pues conlleva el grado de nostalgia adecuado.

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Y es que si nos dedicamos a jugar como en cualquier precuela, al principio pareciera que Generations es un pastiche hecho para aprovechar la lealtad que los seguidores le han tenido a la saga, pero con apenas escoger arma (que afortunadamente ya están desbloqueadas desde el principio) notarás que la cantidad de novedades es impresionante.

Tomando como base los 14 tipos de armas ya disponibles, a eso le añadieron los estilos de cacería. “Guild” es lo más sencillo y similar en funcionalidad al sistema del juego pasado, “Striker” suma más golpes a tus combos básicos, “Aerial” está enfocado en la agilidad y la capacidad de montar monstruos para romper sus puntos débiles y, finalmente, “Adept” nos permite ser invencibles mientras esquivamos los ataques enemigos si lo hacemos justo al momento del impacto.

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Si bien toma un tiempo entender las diferencias principales entre cada estilo de cacería, la mecánica añade un grado de profundidad sin precedentes. No sólo cambia tu manera de jugar, sino que también lo hacen los ataques que puedes llevar a cabo con tu arsenal. Alguien que utilice longsword con “Striker” podrá causar más daño en menor tiempo, pero uno con “Adept” logrará sacarle más provecho a los enfrentamientos largos, pues su espada va recibiendo buffs cada vez que logra atinar un contraataque.

Si eres un veterano, estos cambios te engancharán, ya que podrás experimentar tus armas de forma distinta. Los estilos de cacería no influencian únicamente los inputs de las armas, pues ahora también tenemos Hunter Arts, que básicamente son poderes que pueden ser utilizados para maximizar el daño que haces o incluso escapar de situaciones peligrosas.

Dependiendo del estilo de cacería que hayas escogido tendrás mayor o  menor cantidad de Hunter Arts y el tiempo que tardan en activarse también variará, lo cual es otro factor que debes tomar en cuenta a la hora de escoger el armamento.

Si eres nuevo en la serie, eso será tu primer acercamiento, ya que lo que en verdad ha hecho famoso a Monster Hunter es la capacidad de poder vencer a los gigantescos enemigos y usar su piel o escamas como armaduras, las cuales otorgan varios beneficios y puedes mezclarlas con otros accesorios para realizar misiones específicas.

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En resumen, la cantidad de personalización que hay en el juego puede resultar agobiante, pero está pensada para adaptarse a todo tipo de jugadores: desde el obsesivo compulsivo que debe tener su arma favorita con infusiones de todos los elementos, hasta el que no se quiere complicar la vida y sólo se preocupa por subir de rango para afrontar nuevos retos.

Quizás la adición más grande es que, por primera vez, podemos asumir el papel de un palico –raza de gatos que a lo largo de los años han servido como simples ayudantes. Aunque los felinos no tienen tantas opciones de armas como los cazadores, son mucho más flexibles y fáciles de llevar que sus amos.

Los palicos no se cansan de correr, no se ven afectados por el clima, sus armas no se desafilan, pueden rastrear al enemigo con tan sólo entrar al mapa y, por si fuera poco, tienen dos oportunidades de revivir antes de que los regresen a la base… son simplemente bestiales.

Hablando de bestias, Generations retoma 71 enemigos de entregas pasadas, un número muy respetable y que incluye a muchos viejos conocidos que han sido mejorados en apariencia y cuentan con nuevas mañas. Cabe destacar que hay 4 nuevos rivales que aparecerán al final de la campaña, quienes tienen estrategias muy diferentes a las de sus antecesores y traen un par de desagradables sorpresas que descubrirás cuando te enfrentes a ellos.

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Para aquellos que no han vivido la experiencia Monster Hunter, les diré que hay considerar algunas cuestiones, porque a pesar de que  el título se enfoca en la cacería de enemigos cada vez más grandes y feroces, hay que repetir muchas veces el proceso para poder tener acceso a las mejores armaduras y, a pesar de que hay diferentes tipos de misiones, existen muchas en las que únicamente tienes que reunir recursos que también son necesarios para hacer tu equipamiento.

Básicamente hay que tener mucha paciencia para progresar, ya que además de la infinita recolección, el juego es difícil. Muchos jugadores comparan el gameplay con Dark Souls, pues hay que aprender patrones de comportamiento y saber cuándo entrar a la ofensiva. Además, el juego está hecho para disfrutarlo con tres amigos, ya sea de forma local u online, por lo que asumir el reto sólo puede ser desesperante.

No obstante, el sentimiento de superación que logras cuando al fin derribas a tu némesis es algo que muy pocos juegos pueden ofrecer. Tampoco deberías esperar controles súper fluidos como los de DmC o Bayonetta, pues las armas tienen su propio peso y, si no calculas tus ataques, vas a estar en peligro constantemente. De igual manera, no existe una cámara que se fije en el enemigo, ésto únicamente ocurre en el caso de los jefes y te dirige en la dirección correcta pero no sigue al objetivo, por ello, cuando vas a atacar, tendrás que tener un muy buen sentido del posicionamiento.

Gráficamente no es una maravilla técnica, pero se nota una mejoría a comparación de los títulos de PSP aunque los colores se ven deslavados y el ver de nuevo las villas clásicas es raro, porque a veces se ven peor que en los juegos originales. La música hecha de remixes de temas antiguos es ambiental, a excepción de los temas que aparecen cuando hay enfrentamientos importantes, los cuales no son malos, sino intrascendentes .

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Recomiendo jugarlo en un New 3DS por el segundo stick para controlar la cámara, ya que es una lata tener que estar apretando el botón L para ubicar la mira enfrente de tu personaje, pues el nivel de atención que requiere el juego no permite que titubees mucho.

Sé que a ustedes les encantan los juegos difíciles y aquí hay mucho reto. Los veteranos no tendrán mayor problema ya que hay muchas herramientas que reducen el tiempo que solías tardar en cazar, aún así, para tener todas las ventajas, debes jugar una buena cantidad de horas, razón por la que estas facilidades se sienten como recompensas a tu esfuerzo.

Hay mucho contenido por descubrir, incluso si eres buenísimo y te avientas las misiones principales una tras otra. Es increíble que en un juego de portátil puedas gastar más de 50 horas y sentir que apenas vas empezando. Quizás esta cualidad se deba a que el gameplay está más refinado que nunca y es raro que te aburras, pues siempre está la opción de dominar otra arma, conseguir armaduras raras o dedicarte a ayudar a gente en el online, que es de fácil acceso y tiene varias configuraciones de lobby que permite que puedas reclutar a los palicos de tus amigos, sin contar el DLC gratuito que se actualiza cada mes y ofrece más misiones para los que ya vayan avanzados.

A diferencia de otros títulos que presumen el tener jugabilidad ilimitada, Monster Hunter Generations te presenta todo lo que tiene desde el principio. No dudes en comprarlo si eres un jugador dedicado que disfruta de recibir recompensas en proporción a su habilidad y no te dejes espantar por lo que has escuchado, pues aquí no te haces más fuerte ni subes de nivel; tu progreso está marcado por el esfuerzo que dediques a cada sesión de juego, algo que ya no se ve mucho en esta generación.