Ahora que la Mujer Maravilla nos recordó a todos que también hay grandes superheroínas dignas de verse en pantalla (lo siento, Black Widow), muchos cineastas han empezado a salir de las sombras para aventurarse a insinuar que, después de todo, no estaría mal hacer películas sobre otras mujeres con poderes. Pronto (o tan pronto como el 2019) llegará Captain Marvel con Brie Larson y Anna Boden, y ahora Rachel Talalay (directora de algunos capítulos emblemáticos de «Doctor Who») ha dicho que le encantaría dirigir una película de She-Hulk. Porque ¿quién no querría ver una película sobre una enorme mujer verde que puede perder el control en cualquier momento?
La historia de nuestras vidas, chicas.
Pero hay que recordar que She-Hulk, aka Jennifer Walters, es actualmente una versión mucho más relajada de Hulk (su primo) y es, además, abogada. Una profesión muy recurrida por los personajes de cómics con minorías muy específicas (ciegos con poderes extrasensoriales, mujeres verdes, etc). En esta serie de la que hablaremos actualmente, creada por Charles Soule (guionista) y Javier Pulido (principal ilustrador), se aborda justamente esa faceta dual de Walters que la convierte no sólo en un personaje especialmente complejo, sino lo suficientemente divertido al alternar sus aventuras con traje ajustado de heroína y las que tiene en la corte.
Y los puntos en los que se encuentran.
La historia de 12 números empieza cuando Jennifer es despedida de su actual trabajo por no atraer suficientes clientes super-famosos, cuando ella (ingenua) creía que la habían contratado por sus grandes habilidades como abogada. Con el poco dinero de sus ahorros se decide a hacer lo que a toda nuestra generación le han dicho que se debe hacer: poner un negocio propio. En este caso, un despacho de abogados que inicialmente sólo cuenta con Hellcat como investigadora privada y una extraña asiática-americana con un mono capuchino como asistente. El edificio, además, se renta únicamente a inquilinos con habilidades especiales, lo que confiere a todo el asunto un aura de sitcom superpoderoso. Y es que ya podemos suponer que la vida de una mujer de dos metros que es prima de Bruce Banner no puede ser precisamente aburrida.
Además, yo amo las series de abogados.
Lo primero que cautiva son las preciosas portadas de Kevin Wada, y es una pena que no ilustrara al menos una de las mini aventuras, aunque el arte se complementa bastante bien con el estilo pop de Javier Pulido e incluso con la intromisión temporal de Ronald Wimberly y su hiperlativo *estilo clásico* de superhéroes. Los colores apastelados, el trazo simple y una serie de historias que van de la comedia al misterio trazan perfectamente el perfil de una superheroína que quiere mostrarse como algo más que una meta-humana o una abogada cualquiera. Si el concepto de Hulk está fundamentado en su dualidad a lo Jeckyll/Hyde, su contraparte femenina demuestra que esta dualidad no tiene que implicar únicamente el ir de un extremo a otro: de por medio hay muchos tonos (verdes) y sus complicaciones.
Les pongo las imágenes a todo tamaño para que vean lo fantásticas que son.
Por las páginas se aparece toda clase de personajes complementarios, desde Tony Stark hasta Doctor Faustus, pasando por Capitán América, Daredevil, Dr. Doom, Titania, Ant-Man y un largo abanico que más que presuponer una gran aventura cósmica, muestra los entresijos de un universo que no siempre se compone de golpear a un nuevo villano inter-galáctico. A veces también se necesita pedir un asilo político, demandar los derechos de un invento, mediar en oportunidades de negocio o evitar ir a la cárcel por un homicidio. Y obviamente van a necesitar a un abogado que se encargue de estas cuestiones.
El mejor abogado.
(Perdón, Matt Murdock)
La serie no sólo es increíblemente divertida, sino que tiene sus tramas muy bien elegidas para no querer pecar de solemne pero tampoco subestimar las capacidades de She-Hulk como superheroína. De pequeños casos inverosímiles a Capitán América testificando frente a la corte, el círculo se cierra con un misterioso experiende azul que se había presentado desde el primer número y que involucra a un gran número de superpersonajes no especialmente reconocidos. Ese mix de revival retro, el refrescante guión y el particular trazo logran sin duda elevar el volumen por encima de lo que uno se espera de sagas cortas y de personajes que no han recibido la justa atención en los últimos años. Queda claro que hay mucho de dónde sacarle a esta divertida abogada cuya sangre quedó inminentemente mezclada con la de Banner en algún momento de su vida.
El estilo superlativo del que les hablaba.
Así que, Talalay, sólo necesitas encontrar una super-actriz capaz de ponerse en los enormes zapatos de esta super-nena verde y esa hipotética película tiene todas las posibilidades de rockear.
Una super-actriz a la altura, por favor.
En Amazon pueden comprar (en inglés) la serie reunida en dos tomos (1 y 2) en Kindle o en papel.
Suena bastante bien, y no tan rebajo de de asuntos de adultos o violencia como le paso al comic de ms. Marvel (Kamala Khan).
Suena bastante bien aunque ya personalmente, de lo que vi la ilustración no me llama mucho.
Me recordo bastante a cuando salio con los 4 Fantasticos en la serie animada de barbillas puntiagudas, solo espero que no lo llenen de fallas u azoteas y si le ponen un sidekick que no la haga ver mal.