“Si algo no está roto, no lo compongas”. Esta expresión parece tener especial significado para Crystal Dynamics y Eidos Montreal, pues el más reciente juego de Lara Croft, Shadow of the Tomb Raider, no parece traer a la mesa una reinvención muy sustancial de su fórmula básica, por lo menos en cuanto a sus mecánicas de gameplay.

Hace poco tuve la oportunidad de probar un demo previo de esta anticipada continuación, en donde me pareció que esta nueva entrega parece enfocarse más bien en un cambio temático y de personalidad del personaje central. Lara se encuentra en un punto culminante de su consolidación como la saqueadora de tumbas por excelencia y su enfoque obsesivo la pone en confrontación con la gente que la rodea.

De nueva cuenta, nos veremos las caras con Trinity, la misteriosa organización estilo Illuminati que siempre le pone piedras en el camino a la familia Croft y con la cual se ha generado un relación casi de odio por parte de Lara. La idea de vencer a estos joputas en su propio juego influye en cada una de las decisiones de nuestra heroína, a tal grado que las consecuencias de sus acciones parecen no tener importancia, incluso si la destrucción del mundo está en juego.

El demo comienza en Cozumel México, durante el Día de Muertos (desde luego), con Lara tras la pista del General Domínguez, uno de los cabecillas de Trinity, que está en busca de unas ruinas que guardan los secretos de una profecia apocaliptica maya. Esta sección tiene una estructura muy clásica de sigilo de espías en donde tendremos que escondernos en la muchedumbre y hacer lo posible por no perder de vista a nuestro objetivo y escuchar sus conversaciones para adelantarnos a sus planes.

El sigilo ha sido una parte fundamental del gameplay de esta nueva serie de juegos de Tomb Raider, pero esta es la primera vez que tenemos una secuencia de este estilo en una locación llena de gente. No es nada del otro mundo, pues mecánicamente sólo podemos hablar de mucha caminata e interacciones sencillas con el ambiente y los lugareños, pero es extraño ver a este personaje tan rodeado sin un arma en la mano repartiendo plomo.

Pero bueno, la calma no dura mucho, pues al descubrir los planes de Domínguez, nos damos a la tarea de buscar la ruinas, lo que requiere que nos ensuciemos las manos con el lodo, piedras y vegetación de la jungla. Las habilidades de navegación de Lara son idénticas a lo que vimos en los juegos anteriores, con uno que otro agregado coqueto de inicio, como la posibilidad de utilizar nuestra cuerda para descender de una posición elevada, sin importar si estamos agarrados como araña en una pared.

La exploración de las ruinas fue algo rutinaria, con acertijos de plataforma a vencer y una que otra situación de derrumbe que siempre sucede cuando estás saqueando tumbas. Un tema interesante que el equipo de desarrollo está tratando de incluir y que pude experimentar de primera mano en una secuencia en esta sección del demo es el miedo a morir ahogado al ponerte en situaciones muy opresivas de investigación sub-acuática. Imaginen zambullirse en una oscura cueva para perderse en la negrura o tratar de sobrevivir un derrumbe que probablemente selle nuestra única salida.

El combate también tiene una que otra cosilla nueva, pero nada que cambie de forma significativa el ritmo al que ya estamos acostumbrados. El uso del ambiente y cobertura es fundamental para poder realizar asesinatos por la espalda y que no te vuelen la cabeza cuando ya te hayan descubierto. Las mecánicas de disparo siguen siendo funcionales, el arco sigue siendo una de tus herramientas principales en caso de que quieras limpiar una zona sin ser detectado y el sistema de cobertura sigue siendo automático, por lo que si te gustó el estilo de las más recientes aventuras de Croft, esta no te presentará bronca alguna.

Lo más interesante, como ya mencioné, son los aspectos temáticos de esta nueva odisea. Uno de los giros más llamativos es la posibilidad de que todos los acontecimientos dentro de Shadow of the Tomb Raider en realidad sean culpa de Lara, pues al parecer, robarse esa hermosa daga de obsidiana en forma de serpiente del templo maya oculto era el detonante para el fin del mundo.

La obsesión por sus rivales y las tendencias narcisistas de Lara, pues siente que ella es la única capaz de vencer a Trinity, la ponen en una posición incómoda. En el demo podemos ver cómo su mejor amigo, Jonah, se ve forzado a frenarla un poco. Después de saquear las ruinas, el caos se desata: un tsunami arrasa con el poblado cercano, trayendo destrucción y muerte a la comunidad, pero nuestra protagonista parece estar más interesada en vencer a Trinity y prevenir sus planes a simplemente enfocarse en la ayuda que pueda brindar a los lugareños después de la catástrofe.

Parece que gran parte de la aventura se enfocará en hacer que Lara encuentre ese balance durante su misión con sus deseos y encontrar una brújula moral que no la haga sentir como una máquina de matar que cree tener siempre la razón. Es una posición interesante, pues por lo mostrado en el trailer, Croft ya es la criatura más mortífera en la jungla, y caer en la tentación de poder que sus habilidades le presentan puede ser un giro interesante después de haber sufrido bastante en las entregas anteriores.

En cuanto a aspectos técnicos, el equipo de desarrollo nos pudo confirmar que el motor gráfico es básicamente el mismo que vimos en el juego anterior, con algunos retoques aquí y allá, pero nada que signifique un cambio radical. En general, creo corre competentemente, pero puede ser por el hecho de que el demo estaba corriendo en un Xbox One X. Se ve bien, aunque por demás, familiar.

Si acaso sólo puedo mencionar que de momento parece que el enfoque en la cultura maya puede presentar algunos problemas para nuestra región, más que nada porque parece que en lugar de tener una representación particularmente fiel de la cultura, vamos a ver una mezcla de culturas precolombinas. Quizás sea mi ignorancia haciendo jugarretas, pero me pareció ver elementos estéticos y artísticos más afines a la cultura mexica de lo que deberían ser, pero bueno, el producto completo aún no sale, así que es demasiado pronto para juzgar estos aspectos.

En fin, en general, Shadow se siente como una entrega más oscura que Rise, su precuela. Los cuestionamientos morales y la relación de Lara con sus amigos y entorno al parecer tomarán mucha importancia. Se ve que no siempre haremos lo correcto, por más que ése sea el deseo de la heroína y puede ser que ese golpe de realidad beneficie a la evolución del personaje a largo plazo, además de que la jungla y las oscuras tumbas no pondrán de su parte, por lo que su espíritu de supervivencia tendrá que estar al pelo.

Sólo queda ver si mis suposiciones son ciertas cuando Shadow of the Tomb Raider esté disponible a partir del 14 de septiembre de 2018 en el PS4, Xbox One y la PC.