¿Qué onda, banda? Hoy vamos a hablar de algo que estoy seguro a muchos de ustedes les interesa y que me gustaría poder aclararles un par de cosillas al respecto: la creación de su propio videojuego.

No podemos hacernos pendejos: a casi toda persona que le gusten los videojuegos le ha pasado por la cabeza el pensamiento de hacer videojuegos. Es bastante natural: ¿por qué no trabajar en lo que más te gusta? Y en verdad es una estupenda idea. Como bien reza el mandamiento de gordear, debes hacer lo que a ti te guste… Pero viene una pregunta intrigante: ¿realmente te gusta hacer videojuegos

“¿Cómo que si me gusta hacer videojuegos? ¿Qué clase de pregunta pendeja es ésa? ¡Pinche Rafa, estás súper idiota! ¡Por supuesto que me gusta hacer videojuegos!” ¿En serio lo sabes? ¿Has hecho alguno? Porque no es tan fácil como alguien podría pensar… Ah, y los editores de mapas del Starcraft o del Little Big Planet no cuentan.

No les digo esto para descorazonarlos, en lo absoluto: es sólo que me gustaría que supieran a lo que le están tirando a la hora de entrar al rollo de la creación de un videojuego. Como alguien dijo una vez en el foro, quizá no sea ciencia espacial… Pero cuando se requiere un equipo de unas, digamos, 300 personas para la creación de un videojuego (Halo 3, por poner un ejemplo)… pues no es lo mismo que hacer enchiladas, ¿o sí?

Un juego requiere de muchas disciplinas para poder llevarse a cabo, no sólo de programadores, aunque la programación sea una parte muy importante. Sin embargo, vamos a empezar por ahí, pues hay que sumarle a todo esto que no sólo se necesita de un tipo de programación: en primera, se tiene que pensar en la programación básica de las mecánicas del juego; en la inteligencia artificial de los enemigos – si es que los va a haber –; en la física, considerando lo mismo que para el punto anterior; el motor gráfico que se va a utilizar (¿vas a hacer uno desde cero o vas a usar uno que ya está hecho?); en…

¿Qué? ¿Ya los aburrí?

En fin… ya para no darle más vueltas al asunto, sólo resta decirles que no es sencillo, especialmente cuando estamos hablando de procesos más completos y complejos, como lo es crear un motor gráfico. Conlleva mucho, mucho estudio y esfuerzo.

Como sea, los programadores son sólo una parte de todo un equipo: hacen falta diseñadores y artistas para idear a los personajes, locaciones, etc.; modeladores geométricos que construyan estructuras tridimensionales; músicos, guionistas, productores… La lista es bastante grande. Y obviamente si me desenvuelvo con lo que hacen cualesquiera de estas personas, nos vamos a pasar el día aquí y qué hueva para todos, ¿no creen?

En pocas palabras, es un esfuerzo bastante, bastante grande que implica de muchas personas, tiempo, dedicación y paciencia. Hacer un juego NO es fácil, chavos: hay que machetearle.

Todo esto lo digo para que se den cuenta de que las cosas no son sencillas y hay que trabajar duro para que resulten y, por otro lado, porque mucha gente quiere empezar con un proyecto grandotote que termina viniéndosele encima. Se vale ser ambicioso, pero hay que saber por dónde comenzar.

¿Quieren hacer un juego? ¿De veras quieren hacer un juego? Comiencen por algo pequeño. ¿Qué les parece un puzzle como Tetris? Incluso puede ser algo como el famoso Crash Pollito, que seguramente más de uno de ustedes habrá jugado. Son ejemplos perfectos de que un buen juego no necesariamente debe ser un monstruo para ser bueno. Y si comienzan por algo parecido, poco a poco irán fogueándose.

Todo requiere de trabajo y esfuerzo y creatividad. Y no dejen de jugar, porque así sabrán cómo debe ser un buen juego. Así que ya lo saben…

AND KNOWING IS HALF THE BATTLE!!