Tanta espera y ¿qué podemos decir del Rey de los Monstruos?

En 1945 cayeron dos bombas atómicas sobre Japón. Nueve años después, en 1954, Gojira asoló por primera vez las costas de este país, bajo la guía de Ishiro Honda y Toho. 60 años y unas 30 películas después, el Monstruo vuelve. No precisamente en nuestras costas favoritas y de la mano de un director al que nos queda claro que le gustan los monstruos.

godzilla2No sé de qué me hablan. Godzilla es mi costa favorita.

Lo cierto es que después de la última adaptación estadounidense por parte de Roland Emmerich, lo difícil sería hacer una película peor, e incluso el bombardeo de trailers parecían apuntar al menos a un maravilloso cuidado en el aspecto técnico. Aún así, hablar de un clásico tan clásico siempre es un poco difícil, hay demasiados sentimientos de por medio.

godzilla3«Pero papá, ¡lo amo!»

Las películas de monstruos gigantes clásicos siempre han tenido una marcada ideología detrás. Como ya mencionamos, no en vano Godzilla surge como respuesta al fenómeno atómico, o King Kong muestra ese afán colonialista que no estaba alejado de cierta realidad histórica. Pero, puristas se quedan afuera, vale la pena olvidar un poco lo que ya sabemos sobre esta lagartija gigante y empezar de cero junto con nuestros muy americanos protagonistas: científicos que vislumbran la verdadera magnitud de la catástrofe y un joven militar que piensa que su padre es un loco hasta que tiene que contemplar la verdad de frente.

godzilla4O más bien en contrapicado.

Dos. Esto es una película estadounidense y la noción épica será muy estadounidense. Largas introducciones que combinen drama, trasfondos familiares, estrategia militar, muchos estadounidenses y pocos japoneses, el concepto del amor. Y, ajam, todos vinimos a ver a un monstruo gigante pero habrá que ser un poco pacientes si queremos que la situación se fragüe tal como la planteó Gareth Edwards desde un inicio. El cual, si bien puede no manejar del modo más óptimo las situaciones dramáticas iniciales, sin duda sabe hacia qué punto nos está dirigiendo en cuestión de ‘monstruos gigantes dándose en la madre’.

godzilla5A ver. Yo pagué por esto.

La historia tiene su propio ritmo y tenemos que dejarnos llevar por él para alcanzar ese clímax final sin desesperarnos en el camino. Kick-Ass, Ken Watanabe y Walter White serán el trío fundamental de fuerza, ciencia e intuición que nos mostrarán la enorme complejidad de Godzilla. Porque no estamos lidiando con otra lagartija atómica gigante más, no, una vez que el Rey entra en pantalla la ‘película de desastres’ se volverá un retrato más allá de lo catastrófico o lo biológico de una criatura milenaria que ha pervivido largamente en el ideario popular y sus diversas películas. Un espiral de referencias a películas de antaño, un desfile de elementos conocidos sumados a una producción impecable en el nivel técnico. Lo de menos es si las historias personales son llegadoras o si hay guiños históricos por ahí que intentan limpiar culpas: vinimos a ver una película de monstruos, y cuando la estrategia militar y la estrategia narrativa de ‘no te muestro completo al monstruo’ se agotan, quedamos de frente con las épicas posibilidades de los efectos especiales actuales en el punto máximo al que un torbellino narrativo nos llevó. Olviden todo lo demás, apenas están por conocer a Godzilla.

godzilla6Godzilla everywhereeeeeeeee!

Objetivamente creo que el principal problema de la película es la hiper-consciencia de su condición épica que se manifiesta desde el inicio y que puede resultar chocante. Esta noción muy estadounidense de que todo está cocinándose a fuego lento pero al mismo tiempo todo es vitalmente importante, cada acción es muy relevante. Y mientras no haya un monstruo de por medio puede parecer un poco vacío, en contra posición a la estrategia usual (gracias, «Pacific Rim») de ‘no tenemos nada qué esconder’ que nos da justo lo que esperamos desde el primer momento. Es cierto que todo eso parece totalmente deliberado y forma parte del ritmo de la historia que consigue hacia el final un golpe de lo más contundente. La batalla final es sin duda una muestra no sólo de que visualmente las peleas de monstruos pueden ser maravillosas, sino de un esmero por representar cuidadosamente lo que estás criaturas representan. Pero para ello hay que aguantar un largo trecho convencidos de que la película puede también disfrutarse por su componente bélico y preguntándonos si no es Ken Watanabe el único personaje al que salvaríamos de esa catástrofe.

godzilla7Porque es japo, obviamente.

Y aunque probablemente hayan otros pequeños ‘peros’ de los que podría quejarme, sólo por ese tramo final olvidaría todo y volvería al cine para volver a vivirlo en su majestuosa monstruosidad. Ése, sin duda, es el Godzilla que veía y admiraba de niña en la televisión, salvando la distancia de todos estos años y toda la nostalgia.

No voy a compararla con «Pacific Rim» (ok, sí, me gustó más «Pacific Rim»), pero no me molestaría en absoluto que esto significara una racha de películas de kaijus. Nunca están de más los kaijus.

godzilla8¡Nuuuuuunca!

«Godzilla» es una co-producción del 2014 entre Estados Unidos y Japón. Dirigida por Gareth Edwards («Monsters») y protagonizada por Aaron Taylor-Johnson («Kick-Ass», «Nowhere boy», «Savages»), Ken Watanabe («Inception», «Cartas desde Iwo Jima», «Batman begins»), Bryan Cranston («Drive», «Argo», «Breaking bad») y Elizabeth Olsen («Martha Marcy May Marlene», «La casa muda», «Oldboy»). Tiene 7.8 estrellitas en imdb, 6.2 en filmaffinity y 73% en el tomatometro. Y ya saben, la encuentran en su cine más cercano.