Voy a asumir que todos los amantes del terror, especialmente del terror malo, hemos soñado con dirigir la próxima gran ridícula película de horror. Uno de esos delirios cinematográficos que, por razones muchas veces desconocidas, salen bien. ¿Enfermedades de transmisión sexual zombies? ¿Sanguijuelas del espacio? ¿Otra revolución de las ratas? La fórmula suena mucho más fácil de lo que es. Pero seguro que eso pensaban Jon Watts y Christopher D. Ford cuando dirigieron su fake trailer de «Clown», dejando la falsa autoría para Eli Roth.

Contando, quizás, con que Eli Roth, al igual que Quentin Tarantino, tiene un poderoso sentido del fan y no se necesitó mucho para que la historia de un hombre que empieza a volverse un payaso maldito captara su atención. ¿Cómo culparlo? El trailer, con todo y sus tres pesos, se ve absurdamente delirante.

clown2Y los payasos son inherentemente diabólicos, uno pensaría que esta película se dirige sola.

Pero eso es lo que tienen los trailers: son cortos, son absurdos y pueden no explicarnos un carajo más allá de que un horrible traje de payaso ha tomado posesión de su portador. Y funciona. Lo cual no es necesariamente aplicable para un largometraje de 100 minutos de terror circense.

clown3Pero ¿qué lleva a un hombre cuerdo a ponerse un terrible traje de payaso? La paternidad, aparentemente. Kent parece el típico padre buena onda, no demasiado listo, que está dispuesto a, literalmente, hacerse el payaso por su hijo. El cual, inexplicablemente, está pasando por ‘una etapa de payasos’. En estos años, ¿a qué niño podrían gustarle los payasos tanto como para que fueran la temática de su niñez? Inexplicable.

En fin, el cumpleaños de Jack llega pero el payaso no. Así que Kent busca y encuentra, nada sospechosamente, un antiquísimo traje de payaso en una de las casas que acaba de comprar (porque es agente de bienes raíces) y toma la sensata decisión de transformarse en Gummo -el payaso- para darle gusto a su único niño. Qué maravilloso es ser padre. Excepto cuando el horrible disfraz que decidiste ponerte por amor comienza a tomar posesión de tu cuerpo. Cosa de todos los días en este maravilloso universo que es el cine de terror malo.

clown4La explicación *lógica* es que los payasos antes eran criaturas cuasi mitológicas malditas que disfrutaban de comer niños (casi lo mismo que sospechamos en nuestros días, excepto esos niños que son inexplicablemente fans y desencadenan fatalidades), del mismo modo en que todo puede tener una historia terrible y cuasi mitológica detrás, si uno se esfuerza en inventarla. Si ya era una pesadilla que ese traje de piel de serpiente (o de antiguos niños disecados, quéséyo), esa peluca de colores y esa nariz roja se negaran a abandonar su cuerpo, Kent pronto descubrirá que la transformación implica aspectos todavía más horribles y sangrientos.

Dicho así la película sigue sonando ganadora. Por desgracia es más fácil explicar por qué uno decide voluntariamente ver películas sobre payasos malditos, que hacer que estos funcionen en pantalla. Kent tiene que ser un personaje lo suficientemente cándido como para que sea lógico que se disfrace por su hijo, lo cual hace que asuma la primera parte de su transformación rayando en la estupidez. Y por más que uno sepa que el universo de terror tienen caminos misteriosos, un disfraz de payaso maldito es muy difícil de justificar en cualquier situación. Quedando en un pastiche extraño que uno realmente quiere que funcione mientras todo en la producción parece esforzarse en sentido opuesto.

clown5Corrijo, después de todo el nombre de Eli Roth sigue apareciendo como productor y eso, en una película sobre payasos malditos, se nota. Para la calidad que probablemente muchos de nosotros esperábamos, el aspecto visual es increíble. Lo cual destaca no sólo en el proceso de transformación (pasando de ese demasiado retro payaso triste a una genuina bestia cuasi mitológica clown) sino también en varias de las secuencias importantes (es decir, las sangrientas). Pero si estos elementos son bastante importantes en el género, es muy difícil equilibrarse si, por el otro lado, tenemos terribles personajes protagónicos (tanto en sus papeles como en sus actuaciones), una premisa que no consigue despegar de su ridiculez, y en general un marcador de prácticamente cero sustos. Cero. Nada salta, nada hace ruidos inesperados, y aunque el payaso-bestia es muy grotesco, al final es un payaso. En la línea entre el absurdo y el terror no opta por ninguno, con un resultado tibio que hace que hacia la mitad uno esté incluso aburrido (cosa imperdonable en una película de terror).

Supongo que la película trata de compensar esto con su violencia (ciertamente por encima de lo usual en producciones comerciales) pero asumo que todos sabemos cómo es el gore a lo Roth: engañoso. Aquí es cierto que ciertas ‘puestas en escena sangrientas’ están mucho más explícitas y mejor ubicadas, resultando en una buena imagen, pero es muy poco lo que vemos. Y esto no se trata únicamente de si vemos directamente cómo el payaso se come a un niño o no, sino que en muchas ocasiones incluso estas buenas escenas están presentadas de tal modo que no consiguen ser contundentes, impactar, ni nada. Parece que en el mejor de los casos aspiran sólo a verse bien. Y, sin querer sonar repetitiva, ésta es una película sobre un payaso *del mal* que potencialmente podría comerse a su propio hijo, el hecho de que ‘las secuencias de sangre se vean bien’ no es particularmente relevante.

clown6¿Un payaso maldito con una mini sierra eléctrica? ¿Cómo pudiste haberla cagado, película?

Y si después de esta perorata sigues creyendo que no-mames-tengo-que-ver-eso, no puedo detenerte. Sólo esperar que te encuentres con una película que, para lo que prometía, termina siendo muy tibia, con muy poco suspenso, con mucho terror clown terriblemente desaprovechado.

Pero no os preocupéis, que ya viene la película de tiburones-aviones-nazis.

clown7A veces me encantas, mundo actual.

«El payaso del mal» o «Clown» es una co-producción del 2014 entre Estados Unidos y Canadá que inexplicablemente llegó a nuestra cartelera. Está dirigida por Jon Watts («Cop car», «Our RoboCop remake», «Eugene!») y protagonizada por Andy Powers («En sus zapatos», «Oz», «Untitled: A love story»), Peter Stormare («Fargo», «The big Lebowski», «The lost world»), Laura Allen («La sonrisa de Mona Lisa», «From within», «All my children»), Christian Distefano («Finding christmas») y Chuck Shamata («Cinderella man», «The day after tomorrow», «The sentinel»). Tiene 5.7 estrellitas en imdb, 5 en filmaffinity y ni siquiera tiene porcentaje en el tomatometro. Y yo les digo que no pierdan su tiempo.