Reseña Stella Glow

“Waifus Everywhere!”

Uno de mis equipos desarrolladores favoritos es Imageepoch, quizás algunos de ustedes no los conocen porque sus juegos no son precisamente populares en occidente, pero durante su época dorada crearon la serie Luminous Arc en portátiles, RPG’s de estrategia muy sencillitos pero con gran carisma. Lamentablemente, en 2015 tuvieron que declararse en bancarrota, eso sí, no sin antes darnos un último título, el cual lleva como nombre Stella Glow.

El primer detalle que me atrapo fue la trama. Empezamos sabiendo la historia del legendario héroe Elcrest, quien debido a una guerra entre especies tuvo que viajar a la luna y calmar a una furiosa deidad. Esta leyenda ha sido pasada de generación en generación y a nosotros nos toca escucharla por parte de Lisette, quien encontró a un joven amnésico que asume el nombre de Alto, que a manera de agradecimiento se vuelve el “hombre de la casa”, pues a pesar de no recordar muchas cosas, tiene habilidades de cazador y decide proteger a Lisette y a su madre.

Los días son rutinarios y monótonos, hasta que Alto se encuentra a una Bruja llamada Hilda, quien al entonar una melodía consigue destruir la villa en donde vive el cazador. Resulta que debido a la soberbia de la humanidad, los dioses decidieron hacer que esta raza olvidara por completo el concepto de la música, y solo un selecto grupo de Brujas sería capaz de recordar canciones, las cuales tienen diferentes efectos al ser interpretadas.

Rescatados a última hora por el ejército del reino de Regnant, Alto y Lisette se unen a la milicia a petición de la Reina, quien les promete restaurar su villa. Los efectos de la canción de Hilda no sólo destruyeron el territorio, sino que convirtieron a la gente en cristales y aunque en un principio nuestro protagonistas dudan que puedan ser de gran ayuda, pronto se enteran de que Lisette es la Brujade agua y Alto la clave para encontrar más aliados, pues dentro de él duerme el poder del “Tuner”, un líder nato que está destinado a comandar el poder de las canciones.

Así nomás empezar, el juego nos golpea dolorosamente con uno de los clichés más prevalecientes del género: el héroe con amnesia, y agárrate, pues este no será el único “trope” que el juego arroje al jugador. De hecho, siendo honestos, el juego está lleno de estereotipos muy comunes en los JRPG’s, pero los guionistas lograron cosas muy interesantes al no enfocarse en lo obvio, un ejemplo muy claro es que a pesar de que Alto no recuerda casi nada de su pasado, su desarrollo de personaje muestra cómo se arma de una identidad propia y encuentra convicciones personales para luchar y casi nada en la búsqueda de su antiguo yo.

Los personajes secundarios tampoco se salvan de ser bastante típicos en cuanto a su personalidad, pero son presentados poco a poco para no fastidiar y a pesar de que no todos tienen la misma relevancia, cada uno de ellos tiene su propio momento para brillar. Se le da al jugador la oportunidad de conocer más a fondo al elenco durante el “Tiempo Libre”, un suceso que ocurre entre las escenas de historia y las batallas. Con cuáles personajes se relacione Alto y qué tanto se desarrolle su amistad con ellos, depende enteramente del jugador, y aunque hay recompensas sustanciales al estrechar los lazos de camaradería, la verdadera retribución viene a la hora de darnos cuenta que por medio de nuestros diálogos llegamos a mejorar la vida de esa personilla virtual. La comparación más obvia es con la serie de Persona y su sistema de Social Links, aunque la verdad Stella Glow es más limitado en este apartado, pues no existe riesgo de regarla y perder “puntos de amistad”. La novedad viene por parte de los Tuning events que son exclusivos de las Brujas. Estos eventos permiten a Alto adentrarse en el corazón de las Brujas y ayudarles a curar cierto trauma. El Tiempo Libre también puede ser utilizado en trabajos de medio tiempo, lo cual nos hace ganar la confianza de nuestros compinches y algunas monedas. Finalmente, también tenemos la opción de explorar en los ratos muertos, lo cual nos beneficia con accesorios que aumentan la efectividad de ciertos miembros del equipo. Lo único malo es que en la primera vuelta del juego el Tiempo Libre está limitado y no podremos relacionarnos al máximo con todos, lo cual es una lástima, ya que tenemos a personajes muy cautivadores, como el trágico Rusty que se ve obligado a mostrarse como un ser valiente y la adorable Popo, quien a pesar de haber vivido sola casi toda su vida, desborda energía y bondad.

El gameplay en si es el de un típico RPG de estrategia por turnos. Tenemos a nuestras unidades con sus propios rangos de movimiento y habilidades y tendremos que moverlos en un mapa cuadricular, como si se tratara de una partida de ajedrez. A la hora de ponernos cerca de un enemigo se nos da la opción de atacar, el rango de esta acción depende enteramente del arma que traigamos, es decir, si tenemos una espada el rango es muy limitado a comparación de si equipamos un arco o rifle.

Lo que separa a Stella Glow de la competencia es la habilidad de entonar canciones durante la batalla. Mientras atacamos o somos golpeados, una barra en la parte superior se ira llenando y si tenemos suficiente poder, podremos usar las melodías, que, como mencione anteriormente, tienen diferentes efectos. Sería muy cruel por mi parte arruinarles la sorpresa de irlas descubriendo, pero lo que sí les puedo decir es que pueden llegar a darle la vuelta a la tortilla, ya que tienen repercusiones muy graves en todos los enemigos del mapa y es imperativo usarlas en los últimos enfrentamientos, pues a veces el juego te obliga a enfrentar una cantidad estúpida de enemigos que tienen más nivel que tú.

Algo que está gachito es que no existe un sistema de “clases” como en otros símiles del género. La única opción que hay para personalizar a tus unidades es el equipamiento y los orbes, una suerte de “buffs” que se le puede equipar a las armaduras de todos los compañeros para que tengan ciertas ventajas, como daño extra, que ganen más puntos de experiencia o que hagan daño elemental. Cada personaje tiene habilidades personales que no pueden ser compartidas de ninguna manera y esto crea cierto desbalance, pues la ninja Nonoka se pone bien puerca, ya que no solo puede avanzar muchos espacios, sino que es la única que puede hacer “stealth” y daños críticos de forma consistente, colocándola en un “tier” muy alto, incluso por encima del protagonista.

La dificultad del juego no es muy severa. Fuera de algunas batallas que son notablemente más difíciles que las demás, en particular la última misión, los que están acostumbrados al género no deberían sufrirla tanto. Aquellos que tengan dificultades podrán “grindear” un poco en misiones adicionales, los que busquen más reto podrán intentar completar los niveles cumpliendo con todos los requisitos extra y se verán premiados con artículos poderosos que no se pueden conseguir de otra manera. En general, el juego se enfoca en las cualidades personales de cada unidad y el sistema de canciones hace muy satisfactorio el terminar un mapa que un principio se nos hacía complicado.

Visualmente Stella Glow no es muy impresionante. Las conversaciones se llevan a cabo con dibujos con poca animación en 2D y los modelos 3D en la pelea tienen el estilo “chibi” de monos cabezones que tanto gustan a los japos. En lo particular hubiera preferido que los modelos de pelea tuvieran proporciones normales, pero tampoco es algo que a mí me interese mucho pues al final del día no es algo que me hiciera abandonar el juego.

En el apartado sonoro el título se lució. Me gustaría que tuviera el doblaje en japonés, pero la verdad es que los gringos no lo hacen mal y como obviamente hay un énfasis marcado en las canciones, tenemos rolas pegajosas y de muy alta calidad. Si eres fanático del J-pop, te sentirás complacido de saber que la edición física del juego trae las canciones de las Brujas en un CD.

La primera vez que te pases el juego te tomará entre 40 y 50 horas, una cantidad muy respetable si tenemos en cuenta que se trata de un juego del 3DS. Hay finales diferentes y conclusiones a las líneas argumentales de cada personaje, por lo cual la rejugabilidad está garantizada.

Stella Glow es el juego final de Imageepoch y resulta una despedida muy digna. La trama es cliché, pero la ejecución de la historia y el desarrollo de personajes lo hacen sentirse fresco frente a sus competidores. El juego tiene un gameplay que aunque es simplón, se hace entretenido y tiene un nivel de reto justo. Puede que la presentación visual no sea tan sólida, pero se complementa con la calidad sonora y el hecho de que es un juego de 40-50 horas que si te atrapa, mínimo querrás jugarlo dos veces. Yo en lo particular lo recomiendo encarecidamente, pero si tienes dudas puedes descargar el demo, en donde se encuentra el prólogo completo y la mayoría de las mecánicas iniciales, además de que el juego físico incluye Soundtrack, Poster de Tela y un ridículo Llavero de un puerquito. Sí, seguramente el vendedor te va a ver feo, pero esas cosas nadie más las regala.

Como pensamiento final, quiero contarles que en un principio tardé en comprar el juego pensando que estaba lleno de “fan service” descarado y waifus hasta donde alcanza la vista, y a pesar de que hay un par de escenas cochinonas, el contenido en sí es muy tranquilo y puede ser jugado en compañía sin que te dé penita, por lo cual este no debería ser un factor preocupante.