Nunca he sido una persona que disfrute mucho de los llamados juegos sociales o para tal caso de los musicales. La moda de Guitar Hero y Rock Band no me pegó y nunca vi la necesidad de aventurarme a checar títulos como Just Dance para convivir con la gente en mis reuniones. Es por eso que me resulta extraño hablar sobre Just Dance 2017, pues esta franquicia ya lleva largo rato entre nosotros y esta es la primera vez que me ha tocado jugar algo de este estilo.

Pero bueno, aquí estamos y alguien tiene que saber que onda para cuando a Adrián le toque jugar esta cosa en algún stream en el futuro, y necesite saber qué canciones son las menos propensas a ocasionarle un paro cardiaco.

Just Dance es una experiencia algo bizarra, pues el juego espera de nosotros cierta emoción y compromiso que ponga nuestras inhibiciones a un lado y nos deje zangolotearnos como dementes al ritmo de alguna de sus 40 canciones que incluyen éxitos recientes como “Can’t Feel My Face” de The Weekend hasta la imperdible canción de Shakira o Beyoncé por ahí perdida para que no sientas la vejez muy rudo en este juego con vibras de chaviza.

El enfoque del título son las explosiones momentáneas de diversión, que se limitan a tu disfrute personal de la canción en turno, o grupal, si la gente de la reunión en donde estás se animó a hacer el ridículo junto contigo. No siento que exista motivación alguna para hacer las cosas perfectas, que según entiendo era una de las razones por las que uno se la pasaba pegado a los instrumentos de plástico.

Las canciones tienen variaciones mononas que resaltarán para los que las conozcan y los efectos visuales temáticos de cada una mantienen la cosa entretenida, y la verdad si dan ganas de verlas todas para checar las animaciones cagadonas que te ponen en ambiente, o te hacen buscar algún mueble con el que puedas embarrarte mientras tratas de seguir los pasos que te impone “Don’t Stop Me Now” de Queen.

Por si la experiencia resulta demasiado suelta para tus gustos, hay un nuevo modo que podría describir como más “tradicional”, llamado “Machine Mode” en donde tus movimientos de baile deberán llenar el combustible de una nave espacial para que un par de botargas de aliens puedan largarse de nuestro planeta y continuar su fiesta intergalactica en otro lado. No es algo muy sorprendente que digamos, pero creo que es de los pocos elementos que ofrece el título que podría denominarse como “vidiosjuegos”, pues hay que desbloquear algunas cosas y hay un objetivo más allá de bailar.

En resumidas cuentas, me la pase bien con Just Dance 2017, su selección de canciones tiene una buena mezcla entre cosas nuevas y ya medio oxidadas que mantienen la cosa diversa para tratar de complacer los gustos poperos de todos nosotros. Aprecio que puedas disfrutar de la experiencia sin una PlayStation Camera o Kinect a través de una app para celulares que convierten a tu dispositivo en el sensor principal. No será la experiencia más duradera o compleja, pero cumple su propósito de romper el hielo cuando una reunión lo amerita y no invitaste nada más al grupo de apretados de tus amigos… osea a Adrián, Eze y Rafa.

Just Dance 2017 está disponible en PS4, Xbox One, PS3, Xbox 360, Wii U, Wii (si, en serio) y la PC.