¿Desde hace cuánto tiempo soñamos con una actualización cinematográfica de Godzilla a la altura de estos años y todo lo que tienen por ofrecer visual y narrativamente? Más allá de que el cine de monstruos gigantes, sobre todo en Hollywood, ha pasado por varias etapas en la última década (adaptación de Godzilla incluida), el Rey de los Monstruos no había tenido el regreso triunfal que tantos fans soñábamos. Y al hecho de que Toho decidiera apostar por una nueva película se le suma el mágico encuentro con Hideaki Anno como director (aka el creador de «Neon Genesis Evangelion») y que la estrenaran en pantallas de cine en México. Uno podría creer que el año no pinta tan mal después de todo.

shingodzilla2Toda la comida navideña se le fue a las caderas a este Godzilla.

Desde que Gojira se asomara por primera vez a las costas japonesas en 1954 (oh, aquella bella época) ha tenido un sin fin de secuelas, spin-offs, reboots, adaptaciones y numerosas batallas con toda clase de kaijus. De modo que la perspectiva para enfrentarse de nuevo con una lagartija nuclear gigante tendría que necesariamente revisar toda esa historia y aportar una nueva narración al no poco manido subgénero de kaiju-eiga (o cine de monstruos gigantes). Como recordarán, la última versión hollywoodense de Gareth Edwards apostaba (como suele gustarle a Hollywood) por la historia personal semi romántica y semi patriótica en primerísimo plano y alguna que otra batalla de monstruos de fondo. Esto tampoco es enteramente nuevo en el género y habría que recordar cuánto tiempo tarda en aparecer Gojira en la primera película de Ishiro Honda: la cuestión nunca ha sido en sí el monstruo, sino cuánto de la humanidad (en ambos casos representada por la cultura que hace la película) podemos ver reflejada en él.

shingodzilla3Si estamos familiarizados con la más importante obra de Hideaki Anno, sabemos lo que hizo (a nivel anime) con su particular acercamiento al género de desastres naturales, monstruos y robots gigantes con «Evangelion»: un mundo donde más allá de la increíble realidad inmediata que se estaba viviendo, tenía que estar a la altura legal, social y tecnología de hacer frente al día a día. Un día a día que involucraba edificios sumergiéndose en la tierra, adolescentes piloteando impresionantes robots y una muy libre y apocalíptica interpretación de los conocidos textos bíblicos. Es este autor el que relee la larga tradición de Gojira y se plantea, en 2016, cómo reaccionaría el gobierno de Japón en caso de verse ante la inesperada aparición de un monstruo de estas características en sus costas. shingodzilla4La mitología de dioses marinos y el lejano antecedente de la bomba atómica se entremezcla con infinitas reuniones políticas y la complicada red de relaciones internacionales. ¿En qué momento un gabinete de gobierno debe suspender por entero la lógica hasta entonces conocida para anunciar a su población que una errática criatura marina se encuentra asolando pueblos? ¿De qué modo cada uno de los ministerios establece un plan de acción para enfrentar este surreal acontecimiento tratando de conservar las estructuras de poder lo más intactas posible?

shingodzilla5Mucho NERV y poca acción.

Si esto podría parecer que se acerca a la misma cantaleta de siempre de que se habla de todo menos de monstruos gigantes, la estrategia de Anno va por otro lado: justamente, regresar a los kaijus a su dimensión retórica real. Un reflejo hiperbólico y trágico de una realidad inmediata. Si en aquel entonces se hablaba todavía de manera lejana y no de los efectos de las bombas atómicas sobre la sociedad japonesa, esta nueva versión reconstruye las implicaciones de la tragedia natural y nuclear de Fukushima para incidir en el mal manejo político de los desastres. La burocracia, la posición de otros países, la kafkiana cadena de mando y la necesidad de hacer planes sobre lo desconocido construyen un retrato alrededor de Godzilla que no se centra únicamente en la destrucción o en el perfil de una lagartija gigante, sino en el desesperado entramado humano que se teje a su alrededor.

shingodzilla6El ritmo de la película y el modo de organizar cada una de sus partes resulta fundamental para que esta perspectiva cuasi-burocrática mantenga al público enganchado lo mismo que las apariciones de nuestro kaiju favorito. Un ritmo rápido, vertiginoso, de diálogos veloces y con personajes que se cruzan una y otra vez en sus planos van conformando una representación minúscula de la sociedad japonesa a modo de gran estructura que sostiene las bases del todo. Un todo que se ve violentamente amenazado por una criatura desconocida salida del mar y contra la que tendrán que aliarse políticos de todos los rangos, científicos, extranjeros, bichos raros y oportunistas. Hay un poco de todo en este abanico y es justamente esa variedad la que consigue que el conjunto cobre una fuerza inesperada que pueda equipararse a la de un animal nuclear escupiendo fuego. No es poca cosa.

shingodzilla7No es poca cosa.
(Ok, esto es un concept art)

Sin duda el increíble reparto ayudó en enorme medida, ya que un gran número de rostros conocidos e increíbles representantes de la actuación van desfilando desde el protagonista hasta algunas más esporádicas apariciones: Hiroki Hasegawa (brutal cineasta maniático en «Why don’t you play in hell?») como ministro encargado de trazar un plan de acción, Ren Ohsugi (el mejor compañero de Takeshi Kitano) como Primer Ministro de Japón, Mikako Ichikawa (mi adorada Rentaneko) como introvertida científico, Jun Kunimura (uno de los mejores yakuzas) como jefe del ejército, Ken Mitsuishi (un recurrente de Sion Sono) como gobernador de Tokio o Shin’ya Tsukamoto (quien no necesita introducción) como biólogo. Una combinación maravillosa que se suma a todos los méritos técnicos y creativos de «Shin Godzilla». Algo que nos recuerda que todavía hay modos de volver a contar historias, tomarse en serio de los monstruos gigantes y reinventar las cosas que hemos amado por años con una nueva mirada. Si yo de por sí iba a verla porque por nada del mundo me perdería a Godzilla en pantalla grande, Hideaki Anno me regresó todo el amor por lagartijas gigantes de mi infancia. Y no puedo menos que agradecérselo.

shingodzilla8Good old days.

«Shin Gojira» o «Shin Godzilla» (imdb me dice que en algún lado la tradujeron como «Godzilla resurge») es una película japonesa de 2016. Dirigida por Hideaki Anno («Neon Genesis Evangelion», «Shuga shuga run», «Re: Cutie Honey») y Shinji Higuchi («Attack on titan», «The floating castle», «Sinking of Japan») y protagonizada por Hiroki Hasegawa («Why don’t you play in hell?», «Attack on titan», «Rabu & Pisu»), Yutaka Takenouchi («Codename: Fox», «Between calmness and passion», «With love»), Satomi Ishihara («Attack on titan», «Sadako 3D», «Watashi no guranpa»), Ren Ohsugi («The twilight samurai», «Hanabi», «Audition»), Akira Emoto («Zatoichi», «La anguila», «Dr. Akagi»), Kengo Kôra («Tokio blues», «A story of Yonosuke», «The drudgery train»), Mikako Ichikawa («Rentaneko», «Memories of Matsuko», «Blue»), Jun Kunimura («Why don’t you play in hell?», «Audition», «Kill Bill»), Ken Mitsuishi («Noriko’s dinner table», «13 asesinos», «Thin red line»), Kimiko Yo («Departures», «Cafe Lumiere», «Dear doctor»), Takumi Saitô («Ace attorney», «13 asesinos», «Vampire girl vs Frankenstein girl») y Shin’ya Tsukamoto («Tetsuo», «Ichi the killer», «A snake of june»). Tiene 7.2 estrellitas en imdb, 6 en filmaffinity y 87% en el tomatometro. Y todavía más en mi corazón.