La guerra no es un ente extraño en los videojuegos. Nos hemos encargado de hacerla mecánicamente atractiva con gameplay sólido y pulido; nos hemos encargado de hacerla sexy en combates cerrados, donde el más hábil es el que domina la escaramuza, y nos hemos encargado de darle peso con narrativas que pueden reflejar al conflicto como algo elevado y justo o, todo lo contrario, convertirlo en el peor de los males de la humanidad. Hemos logrado todo esto y más con la guerra en los videojuegos, pero pocos de ellos tratan uno de sus aspectos más calmados, pero no por ello menos letales: el juego lento y metódico de un francotirador. Esto último es lo que trata de presentar la serie de Sniper Ghost Warrior, especialmente su más reciente entrega, Contracts, que estará disponible para el PS4, Xbox One y la PC el próximo 22 de noviembre.

Gracias al estudio desarrollador, CI Games, tuve la oportunidad de probar un demo previo de Sniper Ghost Warrior Contracts, donde pude darle un vistazo a sus mecánicas principales, así como tantear un par de escenarios. En esta ocasión, tomaremos el control de un mercenario conocido solamente como Seeker, a quien le han dado la tarea de eliminar diversos objetivos en Siberia debido a una revolución interna que ha separado a la región de Rusia. Como se podrán imaginar por el marco, las cosas tendrán un giro especialmente helado, es decir, los mapas consistirán en glaciares y zonas nevadas. Esto está interesante, pero ignoro qué tan repetitivo se vuelva más adelante en la campaña.

El núcleo de la experiencia es abordar diversos objetivos en un mapa de una envergadura mediana con una estructura o área central y varias zonas periféricas que contendrán objetivos secundarios o peligros extras. Como suele suceder en los juegos de sigilo, si te cachan en el acto, no será el final de la partida, ya que contamos con varias herramientas para poder escapar o eliminar a las amenazas más inmediatas. Ya saben a qué me refiero; pistolas, metras, granadas y hasta minas. Aun así, los enemigos de Contracts serán un poco más testarudos que en otros juegos de la misma índole, pues buscarán más a conciencia y no olvidarán la última posición donde fuiste visto, así que pasar desapercibido es una parte bastante esencial de la experiencia.

Hablando de la esencia del título, el juego con snipers es sumamente brutal y adictivo, por lo menos durante las pocas horas que pude probarlo. Te van a pedir que te tomes con calma cualquier misión y uses tu máscara de alta tecnología, la cual es capaz marcar a los enemigos en pantalla y darte indicaciones especiales, como mostrarte puntos débiles de una instalación; una caja de fusibles o el siempre confiable barril rojo lleno de gasolina, por poner ejemplos.

Después de haber observado con detenimiento la zona, deberás eliminar metódicamente a las pobres almas que crucen tu mirilla con la característica de que las mecánicas del sniper son lo más realistas posibles, así que las balas se verán afectadas por el viento y la gravedad, por lo que no es simple trabajo de apuntar y disparar.

Esto suena lento y la verdad es que sí lo es. Medir la distancia y tantear la dirección del viento con cada disparo es algo a lo que hay que acostumbrarse, pero cuando logras conectar un tiro de larga distancia justo en la cara de tu objetivo, se siente que te ganaste el premio mayor. Es una sensación muy satisfactoria. Aunque no pudimos entrar en mucho de estos detalles, sabemos que es posible desbloquear otros rifles de mayor calibre, además de armas nuevas y hasta balas especiales que pueden, por ejemplo, hacer ruido para distraer; explosivas para esos soldados testarudos, y hasta unas especiales que niegan por completo los efectos del viento y la gravedad y que seguramente servirán para lograr los tiros más complejos.

Todo esto y más lo sabremos con certeza hasta la salida de Sniper Ghost Warrior Contracts, el cual prácticamente está a la vuelta de la esquina.