Aprovechando que dentro de poco se nos viene la película encima, nos vamos con uno de los arcos argumentales más populares del cómic de los «X-Men».

Seguir los tomos de «Uncanny X-Men» representaba, como muchas series de cómics de historias cortas que se entrelazaban, el posible riesgo de pasar de Cíclope hablando de dinosaurios a pequeñas piezas que eran joyas independientes. Aunque en ediciones posteriores se compila bajo este mismo nombre de «Días del Futuro Pasado» los tomos del 138 al 143, no se necesitan más que dos de ellos para componer el arco argumental al que nos referimos. Unas 43 páginas que se han convertido en uno de los momentos clave en la historia de los mutantes, como ahora nos lo recordará hasta en la sopa Twentieth Century Fox.

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A diferencia de otras líneas de la historia, donde un gran número de páginas se utilizaban en recordarnos todo lo que había pasado hasta entonces, «Días del Futuro Pasado» demuestra que ni siquiera es necesario profundizar de manera exhaustiva en una gran idea para que cobre vida por sí misma, y que incluso los elementos en los que no se detienen pueden llenarse de significados. Comenzamos con la imagen de Kitty Pryde (quien era la chica cool de los X-Men antes de que aparecieran Jubilee y Rogue), ya adulta, atravesando un Nueva York destrozado, y ahí viene el primer golpe.

daysoffuturepast3Valiéndose del recurrido ‘¿qué habría pasado si…?’ que tantos universos paralelos ha creado, nos vamos hacia el futuro distópico por excelencia de una sociedad condenada a la mutación. El reiterado miedo al que se hace énfasis en casi toda la construcción de las historias del cómic, es llevado hasta su punto más alto al imaginarnos una sociedad que se ha consumido a sí misma en su odio contra las ‘personas con habilidades distintas’. Ni siquiera es necesario que entremos en pormenores y se nos explique la serie de eventos desafortunados que llevaron a ese deterioro social apenas unas décadas después del tomo anterior (en el que habíamos visto a Wolverine pelear en Canadá con un Wendigo, casual, cosas que pasan en Canadá) para que entendamos, de algún modo, que ese era algo así como el punto *natural* al que la cruzada contra los mutantes tenía que llegar.

Con una pequeña dosis de cyberpunk, un guiño a los momentos históricos que han configurado dictaduras con campos de concentración y uno de los mejores ‘villanos’, la desolación con la que se inicia la breve saga parece ser un callejón sin salida.

daysoffuturepast4Un muy elocuente callejón sin salida.

Los distintos momentos históricos dialogan a través de Kitty Pryde, quien logra que su mente viaje hacia el pasado a ocupar su joven cuerpo. Las tramas buscan un final que creen podrá acercarlas, o transformarlas radicalmente: el joven equipo intentará evitar un asesinato político que alterará el curso de la historia y los veteranos de un futuro apocalíptico intentarán combatir a los centinelas en una última batalla por la supervivencia. Todo sin tener el consuelo de saber a ciencia cierta lo que podrán conseguir con ello: ¿Puede realmente cambiarse el futuro?

daysoffuturepast5¿América del Norte? ¿También los mutantes mexicanos?

Dada la brevedad de la historia y la necesidad de que termine en cierta forma autoconclusiva, la mayor parte del desarrollo se centra en las secuencias de acción y los detalles particulares de los personajes. No hay mucho tiempo para profundizar en los planes malévolos detrás del primer atentado o en todas las consecuencias históricas que conlleva el futuro retratado. Pero la poca información que se nos da, condensada a modo de que podamos hacer un seguimiento entre las dos realidades, sirve para conformar un vasto imaginario que se intuye podría formar parte de un clásico de la ciencia ficción. Y que diversas series de Marvel aprovecharían para extender en futuras publicaciones.

daysoffuturepast6«Días del Futuro Pasado» es uno de esos no tan usuales ejemplos de cómo una historia corta puede sentar un importante precedente dentro de su universo en los cómics. En cierta medida los «X-Men» se seguirían configurando a partir de la amenaza latente de ese posible futuro, definiendo constantemente su realidad inmediata. ¿Y cuántos interlocutores no comenzaron a intuir las posibilidades de las tramas distópicas, el peligro de los temores a la otredad, la delicada estructura de los viajes en el tiempo, a través de estas coloridas páginas? No es de extrañar las influencias que tuvo la historia en la cultura popular. Una breve historia perfectamente conseguida por uno de los mejores equipos artísticos de la serie de «Uncanny X-Men»: Chris Claremont (quien sería co-creador de una enorme cantidad de mutantes que van de Rogue a Mystique, de Rachel Summers a Gambit), John Byrne (quien ha trabajado con casi todos los grandes superhéroes) y Terry Austin (quien le dio las mejores tintas a los trazos de Byrne).

Los tomos terminan con un muy discreto guiño que en los cómics no se resolverá hasta mucho después, pero que visto a estas alturas engancha bastante con lo que nos mostraron en la película de «X-Men: First Class» y que nos lleva a suponer por dónde irán los tiros en su próxima producción. Que sorprende no hayan preparado a tiempo para que se estrenara este año, siendo que el señalado futuro distópico ocurría en el 2013 (oh, así de extremos parecíamos en los 80).

Que, se están esmerando bastante con la campaña publicitaria para la próxima película de la saga, que es muchísimo más de lo que puedo decir de los adelantos de «First Class» en su momento. Pero las anteriores producciones sobre los «X-Men» no me han dado ningún motivo para confiar en ellas.

daysoffuturepast7No, no me van a convencer sólo con ese diseño de centinelas.
Tú tampoco, Fassbender.