Cambiar el título de «Fury» por «Corazones de hierro» no es sólo un atentado contra el sentido común y el buen gusto, o la posible causa de que muchas personas no vayan a ver la película por no relacionar ese terrible nombre con el último proyecto de Brad Pitt (menos mal que sale en el poster abrazando a su tanque). Quitarle ese título es también en gran medida restarle a la película una de las pocas claves con las que podemos guiarnos en ese caos que fue la Segunda Guerra Mundial. Un episodio histórico que aquí es representado en su justa suciedad, desesperación y sin-sentido. Y de todo eso, claro, lo que nuestros traductores rescatan es que Brad Pitt, asumo, tiene un corazón de hierro.

fury2Quiero ver quién es el valiente que va a rayarle su tanque para escribir «Iron Heart» u otra de sus mamadas.

Supongo que es difícil acercarse a otra entrega de los Premios de la Academia sin que haya una película sobre la Segunda Guerra de por medio. Y como tenemos la sensación de que ya nos han contado todo sobre ella una y otra vez, en este caso nadie va a hablar de judíos y sí mucho de tanques y otras artillerías relacionadas, desde lo que parece ser una perspectiva más enfocada en las diferencias de tecnología entre los Aliados (únicamente representados por Estados Unidos, claro está) y Alemania. Cuando empezamos ya estamos más que sumergidos en el terrible territorio alemán y la también terrible lucha por la supervivencia de un pequeño batallón dentro de un enorme trasto de metal.

fury3El cual obviamente no es tan enorme cuando tienes que pasarte media película (o media guerra) dentro.

Wardaddy, Bible, Gordo y Coon-Ass son un equipo militar dentro de un tanque. Como acaban de perder a uno de sus miembros tienen que aceptar a Norman Ellison, un joven mecanógrafo que acaba de ser enviado a la guerra. Como si tener a un novato en el grupo y estar metidos en pleno territorio enemigo no fuera suficiente, el pelotón tiene que llevar a cabo una serie de estrategias casi suicidas en el intento de llegar al corazón de la Alemania nazi.

fury4La fuerza dramática recae casi por entero en la íntima dinámica que se genera dentro del grupo en todos sus momentos, empezando de manera directa con la desesperación plena de una guerra que lleva años siendo librada, pasando por la integración del chico nuevo y atípico (representando el tipo de ‘yo no quería estar aquí’), hasta esos roces entre personajes que no vemos directamente pero sabemos está ahí. Todo esto enmarcado por una serie de batallas brutales pero que terminan dejando la sensación de ser triviales, una explosión más en el caos que ya para entonces era Alemania.

Y es aquí donde es difícil querer entender hacia dónde nos quiere llevar la película. Ahorrándose las grandes batallas épicas, o el heroismo más grandilocuente, en un primer momento sí parece presentarse como este retrato típicamente estadounidense de ‘somos los buenos’. Esta ideología que no sólo justifica la guerra sino que la reviste con un notable tono heroico-imperialista. Pero basta que Brad Pitt, quien parece casi caído de «Bastardos sin gloria», se nos desmorone en la segunda escena para que empecemos a ver las imperfecciones de esta ideología. El llano instinto de supervivencia.

Pero «Furia» se queda un poco ahí. Consigue sus golpes más notables con las interpretaciones del quinteto protagónico y sus muy bien logradas batallas, pero no termina por decirnos hacia dónde debemos mirar. El joven inocente que llega a mancharse las manos no sufre una transformación reveladora: él, al igual que nosotros, no termina de entender. ¿Es una película anti-bélica? ¿Tiene una profunda reflexión a tantos años del suceso? ¿Sólo querían justificar un montón de escenas con tanques? Quizás esta posición tan cerca y lejos de todo es el mayor acierto y el peor defecto de la película, y el punto en que sólo podemos guiarnos aferrándonos a esa metáfora tan maravillosa que es el hecho de que el tanque se llame ‘furia’. Porque ¿la furia qué nos deja?

fury5Nenas alemanas, tal vez.

Con su muy bien logrado estilo visual, que va desde la recreación de un país devastado por la guerra hasta la acción vertiginosa de las batallas, por momentos la película abusa un poco de esos pequeños arcos cuyo único propósito es desarrollar la relación entre los personajes más allá de estar todos atrapados en un tanque. Momentos que si bien nos dejan conocer un poco más de ellos, hacen que la película sobrepase las dos horas sin necesidad, perfilándose en esa tendencia de que ninguna película que busque un Óscar puede durar menos de dos horas. Y sobre todo haciéndonos pensar si era realmente necesario que supiéramos algo más que no fuera ese micro-universo que se crea dentro del tanque y en el que todos tienen que ocupar forzosamente un lugar a riesgo de no sobrevivir.

fury6Pero para que esto cobre sentido hay que desdibujar todo el fondo. Principalmente a los nazis y al pueblo alemán, representados apenas en un par de momentos por demás acartonados, pero desdibujar también la generalidad de la fuerza militar estadounidense y su papel en la guerra. La furia se reduce al momento y al cuerpo en llamas más cercano a uno. La furia es un tanque cerrado y un montón de cuerpos poblando los campos. Y funciona en lo inmediato, en lo íntimo. Brad Pitt hace realmente suyo el estereotipo más típico del sargento malo pero con un poco de bueno corazón, Shia LaBeouf  está sorprendentemente más convincente que nunca, e incluso Logan Lerman convence tras saltar de películas adolescentes. Hasta los casi actores de fondo, Michael Peña y Jon Bernthal, integran excelentemente ese retrato de un grupo de hombres sobreviviendo una guerra. Pero la película falla un poco en el panorama general y en su largo metraje pierde ritmo en varios momentos que parecen totalmente de más, al tiempo que no termina de concretar del todo cuál es la fuerza en su mensaje (algo que yo personalmente no puedo perdonarle a una historia bélica). Y, con todo y el cuidado de su realización, queda esa sensación de que gran parte de la buena crítica que ha despertado es porque aluda, aunque no de manera directa, a ciertos valores que Estados Unidos ha adaptado en su discurso militar. Basta ver esos posters donde arriba de Brad Pitt, el tanque y el título, se puede leer ‘Gloria’, cuando claramente hay muy poca gloria en esta película.

fury7Lo cual ni siquiera es eminentemente negativo. Las guerras están como del carajo.

«Fury» o «Corazones de hierro» (me duele hasta escribirlo) es una co-producción entre Estados Unidos y China (porque China está en todo, hasta en la Segunda Guerra Mundial) del 2014. Dirigida por David Ayer («End of watch», «Harsh times», «Street kings») y protagonizada por Brad Pitt («The fight club», «Guerra mundial Z», «Bastardos sin gloria»), Shia LaBeouf («Transformers», «Ninfomanía», «Lawless»), Logan Lerman («Percy Jackson y el ladrón del rayo», «The perks of being a wallflower», «3:10 to Yuma»), Michael Peña («American Hustle», «Million dollar baby», «Shooter») y Jon Bernthal («The ghost writer», «The wolf of Wall Street», «Snitch»). Tiene 7.8 estrellitas en imdb, 6.5 en filmaffinity y 78% en el tomatometro. A mí no me parece tampoco para taaanto, pero si les gustan las películas bélicas seguro que algo van a disfrutar.