Hubo una gloriosa época en que Miike podía hacer nueve películas al año y todas eran buenísimas. Especialmente considerando su bajísimo presupuesto y su poco cuidado en ocultar los pequeños tubos de plástico por los que se impulsaba la sangre falsa a borbotones (sin duda esos abundantes litros de pintura roja eran los principales gastos de producción). Muchísimos yakuzas, mujeres escondiendo secretos, extrañísimas comedias adolescentes, musicales con zombies. ¿Qué no podía hacer Miike? Pero la fama nos alcanza a todos (bueno, no a todos) y en los últimos años hemos notado como su producción ha disminuido dramáticamente al tiempo que ha apostado por más por efectos épicos, grandes historias y apropiaciones de anime o videojuegos. Lo cual no es necesariamente malo pero ¿no amábamos cuando nos sorprendía con las cosas más absurdas?

asgodswill2Tengo esta escena grabada en el corazón.

«As the gods will» (seguramente la habrían traducido como «Los dioses deben estar locos», si no se los hubieran ganado ya) parecía sumarse a su tendencia actual de películas adolescentes. E incluso se parecía sospechosamente a «Lesson of the evil» con estudiantes y salones ensangrentados. Pero oh, sorpresa, más tardamos en decidirnos a empezar la película que encontrarnos con un daruma viviente que obliga a un salón de clases a jugar un juego mortal. Aunque a estas alturas asumimos que esto es bastante común en Japón.

asgodswill3Más el juego mortal que el daruma viviente super grotesco. Aunque es debatible.

Sin demasiadas explicaciones y con mucho menos sentido, «As the gods will», mostrándose como el «Battle Royale» surreal de la década, se ahorra el contexto social y las justificaciones de trama. ¿Por qué están esos adolescentes jugando un juego infantil-japonés-mortal con un daruma medio desollado? Porque sí.

asgodswill4Oh, y acabamos de empezar.

El prototípico grupo adolescente protagonista tendrá que pasar por una serie de pruebas emulando juegos infantiles en versión mortal y con terrible CGI. Además de lidiar con sus típicos conflictos adolescentes japoneses que ya sabemos son cosa seria y que pueden no ser la mejor etapa para tratar de sobrevivir en condiciones extremas. Pero una vez que el torbellino de situaciones delirantes empiece no se detendrá, ni siquiera para seguir un ritmo estándar de película. Todas las preguntas tenemos que dejarlas de lado y aceptar que lo que se viene no tendrá nada de sentido pero sí mucha sangre.

asgodswill5Aunque la cinta está basada en un manga de Kaneshiro Muneyuki y Fujimura Akeji (que tendré que leer pronto para comprobar sus similitudes), parece conjurar un perfecto punto medio entre dos épocas del director: por una parte una magnífica ausencia de sentido, aderezada con excelentes momentos completamente wtf (algunos me recordaron gratamente a «Detective story»), y un buen manejo de producción con excelentes actores (serios y bien logrados en esos personajes) y otros aspectos técnicos (no necesariamente esas animaciones que asumimos son parte del toque serie B de sus inicios). Todo esto con una especie de cómico desenfado que nos recuerda que grandes momentos del director se lograron porque sin duda no se estaba tomando demasiado en serio lo que hacía.

asgodswill6Aunque la mayoría de los protagonistas no son demasiado conocidos (sobresaliendo Ryunosuke Kamiki como el fantástico psicópata del grupo – porque qué clase de seudo «Battle Royale» sería sin un psicópata), un par de rostros conocidos se aparecen fugazmente consiguiendo grandes cameos y haciendo que uno lamente que no aparezcan mucho más, sobre todo tratándose de actores como Nao Omori (el Ichi the killer) y Shota Sometani (a quien adoro desde «Himizu»).

Poco más puede decirse sobre la película que no atente contra el desconcierto que necesariamente debe buscar en el espectador. Si acaso agregar que, dentro de sus particularidades, nos recuerda que Japón, en sus muchas variantes, todavía tiene cosas extrañas para entretenernos por ofrecer.

asgodswill7A veces me peleo con Miike, pero siempre vuelvo.

«As the gods will» (o «Kamisama no iu tôri» para los puristas) es una película japonesa del 2014. Dirigida por Takashi Miike («Ichi the killer», «Audition», «Agitator») y protagonizada por Sota Fukushi («In the hero», «Library wars», «Say ‘I love you'»), Hirona Yamazaki («We were there», «Prison school», «Koko nyushi»), Ryunosuke Kamiki («Rurouni Kenshin 3», «The Kirishima thing», «Zoo») y Mio Yuki («Yakuza apocalypse», «Assassination classroom», «Amachan»). Tiene 6.5 estrellitas en imdb y 5.9 en filmaffinity. ¿Qué puedo decirles? A mí me divirtió mucho.