Después de «El conjuro», los que menos nos importó es si el matrimonio Warren era tan increíble (y amoroso) (y paranormal) como lo pintaban, si sus casos habían sido exactamente como ellos los habían descritos o si fueron constantemente cuestionados por, literalmente, ver demonios en todas partes. James Wan, ese director que ahora todos amamos (y con mucha razón), sabía lo que hacía cuando abrió majestuosamente con la secuencia de Annabelle e incluyo ese icónico juego de las escondidillas para colarse en todas nuestras pesadillas.

conjuro2 2Grandes decisiones, James.

Y porque ya nada en el mundo puede tener una sola película, era evidente que tenía que llegarnos una segunda parte. Total, los Warren tenían casos para regalar, y llevamos un buen rato viviendo de adelantos con cuartos llenos de crucifijos y la promesa de asustarnos al menos casi como lo disfrutamos durante la primera parte.

conjuro2 3Poltergeist, niñas acosadas por espíritus malvados, mucho simbolismo religioso. Ok, lo tomo.

Aunque la secuencia inicial (con una gran edición pero desafortunadamente ya nada podrá estar a la altura de Annabelle) nos lleva hasta el conocidísimo caso de Amityville, decantarse por esa historia habría sido demasiado cliché. Así que ¿por qué no Inglaterra y el caso del poltergeist de Enfield? A estas alturas asumo que ya todos sabemos que se trata de la familia de una madre divorciada con cuatro niños, cuya hija de 11 años (y eventualmente todo a su alrededor) comenzó a experimentar situaciones paranormales que no tardaron en volverse de la chingadamente paranormales. Golpes en la puerta por las noches, sonambulismo que incluye voces de ultratumba, televisores que cambian de canal solos, reflejos con rostros nos muy amables, y la constante sensación de que comparten la casa con un invitado inesperado y con oscuras intenciones. Los Warren, al menos en su atractiva versión cinematográfica, se habían prometido retirarse de los casos porque la carga emocional-paranormal es un terrible efecto secundario laboral, pero acuden a visitar a la familia Hodgson como representantes de la Iglesia para verificar que se trata ciertamente de una situación paranormal y no un fraude, una posibilidad que habían presentado varios de los expertos involucrados.

conjuro2 4Por la naturaleza de las historias y del trabajo en general de los Warren, la premisa y estructura de las dos películas es bastante similar: en ambos casos se trata de familias numerosas cuyas principales víctimas son chicas menores de edad y cuyos detalles diabólicos deben ser lentamente descubiertos por el matrimonio para tratar de arreglar la situación. Si en general James Wan sabe cómo hacer funcionar sus películas de terror y ha construido un estilo que aprovecha características del cine clásico del género con sus propias obsesiones, la película necesariamente tiene que buscar elementos propios para destacarse y marcar su propio rumbo. En este caso tenemos a la monja diabólica que seguramente todos ya han visto (y que al parecer tendrá su propio spin-off, que seguramente la arruinará, como pasó con «Annabelle») y que nos recuerda un poco al espíritu de la mujer de negro en «Insidious» (también ligeramente arruinado por la secuela), el Crooked Man que como figura macabro-infantil es increíble pero que no es del todo aprovechado por la película (aunque sea interpretado por mi adorado Javier Botet), el juego de sueños/pesadillas y la constante discusión sobre la veracidad del caso. Situación que, ya que tenemos que creernos la película, realmente no es tan crítica porque nosotros sabemos, pero en la vida resultó mucho menos afortunada.

conjuro2 5«El conjuro 2» funciona como secuela porque el director sabe cómo armar una película de terror y hacerla funcionar, aunque no logre los puntos altos de la primera parte. Y también porque pese a todas las cursilerías (acentuadas bastante en esta entrega) y carga religiosa, el matrimonio Warren no sólo es convincente como especialista en situaciones demoniacas, sino increíblemente adorables. Es difícil imaginar que la secuencia final hubiera funcionado sin caer en el cliché o en la emoción fácil con otros actores.

Y ahora dicen (diiiiicen) que quizás en la tercera parte (de la que no dicen si sería dirigida también por Wan, con eso de que anda ocupado con «Aquaman») habrán hombres lobos o algún caso más extremo. Y a mí no me encantan los hombres lobos pero quéimporta, igual la vería. Que, por cierto, el caso Enfield, pese a toda la controversia de frauda, ha inspirado también otras grandes películas de terror como la fantástica «Ghostwatch» (que siempre he sospechado inspiró a su vez las secuelas de «Actividad paranormal».

Así que ya saben, aunque no sean los mayores sustos de sus vidas, sin duda a éste es el cine palomero de terror que todos queremos ver.

conjuro2 6Y ahora miren qué felices lucen todos 

«El conjuro 2» o «The conjuring 2» es una película estadounidense del 2016. Dirigida por James Wan («Saw», «Insidious», «El conjuro») y protagonizada por Patrick Wilson («Hard candy», «Watchmen», «Insidious»), Vera Farmiga («Up in the air», «Source code», «Infiltrados»), Madison Wolfe («Joy», «Trumbo», «The campaign»), Frances O’Connor («Inteligencia artificial», «Al diablo con el diablo», «The hunter»), Simon McBurney («El último rey de Escocia», «The theory of everything», «Mission: Impossible – Rogue nation»), Bonnie Aarons («Mulholland drive», «Silver linings playbook», «The fighter») y Robin Atkin Downes («Cómo entrenar a tu dragón», «Hansel y Gretel: Cazadores de brujas», «Prometheus»). Tiene 8.1 estrellitas en imdb, 7.2 en filmaffinity y 76% en el tomatometro. Y sigue en cartelera.