Porque los fines de semana son perfectos para hablar de cine de terror, sobre todo cuando tienen tres días. Así que aprovechemos para hablar un poco de las películas de este género que he visto últimamente.

«In the mouth of madness», John Carpenter

Liderando por segunda ocasión mis mini-tops de terror, John Carpenter nos trae, más de una década después de «The thing», una suerte de tributo a Lovecraft envuelto en cine noventero, sin olvidar sus criaturas deformes y semiderretidas, aunque con mucha más discreción que en la Antártida.

Sam Neill, quien parece que hasta sus ‘malas películas’ las elige excelentemente bien, es un agente de seguros con alma de detective que se dedica a descubrir estafas. Aunque en la primera escena prevemos un final poco feliz para él, la historia inicia cuando se ve envuelto en un caso mucho más mediático de lo que uno esperaría en su línea de trabajo. El reconocido escritor de terror Sutter Cane ha desaparecido junto con su última novela, la cual la editorial se ha encargado de publicitar por todo lo alto y ahora necesitan saber lo que sucedió con él. O, básicamente, que consigan el libro antes de la fecha de lanzamiento.

Y ahora, ¿recuerdan la parte de ‘tributo a Lovecraf’? John Trent (aka Sam Neill) encontrará su muy particular Innsmouth en Hobb’s End, el pueblo ficticio creado por Sutter Cane que de pronto ha cobrado una realidad alarmante.

Aunque menos seria y lograda que «The thing», «In the mouth of madness» es una excelente representación de lo que un buen horror noventero tiene por ofrecer, incluso con las actuaciones exageradas y un poco menos de presupuesto.

«Evil dead trap», Toshiharu Ikeda

Sabiendo que otra traducción del título es «Tokyo snuff», podemos suponer el tipo de horror que encontraremos aquí. El interés del cine japonés (sobre todo el de bajo presupuesto) por el snuff es bastante anterior a las demás cinematografías, como las cintas de «Guinea pig» ya nos han demostrado. Si bien «Evil dead trap» no pretende hacerse pasar por una cinta real, sí que aprovecha el tema y el toque que la cámara de video le aporta a una trama gore.

Nami Tsuchiya es la presentadora de un programa nocturno (una profesión mortal, como ya nos demostró «[REC]») y un día recibe un video que parece ser de un asesinato real. En parte por la posibilidad de descubrir un crimen y en parte porque en el video también aparecían tomas de ella, se dispone a buscar el sitio donde fue grabado aunque no cuente con el apoyo de la cadena de televisión, sólo con algunas de las personas con las que trabaja. Y supongo que Japón en los 80 era todavía más seguro, pero alguien debió decirle a Nami que entrar en un enorme complejo abandonado donde tal vez asesinaron a alguien y donde tal vez se encuentra todavía el asesino, no es la mejor de las ideas.

La película cuenta con muchos elementos propios del cine de la época, como toques de thriller, subtramas paranormales, edición que incorpora tomas de otro tipo para contribuir al dejo de falso documental. Pero sobre todo, muchísima sangre de utilería.

«A christmas horror story», Grant Harvey & Steven Hoban & Brett Sullivan

Después de la pequeña decepción que fue la última película de terror navideño que vi, Canadá llega a salvar el día. O algo así. «A christmas horror story» es una serie de delirantes historias con todos los posibles horrores que pueden entremezclarse en una navidad canadiense. Aunque no nos lo vayamos a creer del todo porque ya sabemos que en Canadá no pasa nada, no digamos un encuentro colosal y sangriento entre Santa y Krampus.

Por si se necesitara más, lo más cercano a un hilo conductor es el canadiensísimo William Shatner como locutor de radio durante la noche de navidad, quien se dirige a todos los incautos habitantes de algún pueblo canadiense congelado mientras va descubriendo muy poco a poco lo que sucede con ellos. Por ejemplo, un grupo de adolescentes investigan un homicidio ocurrido el año anterior en su escuela durante esa misma noche, unos padres notan que su hijo empieza a actuar extraño después de perderlo de vista mientras cortaban el árbol de navidad, una familia se queda varada durante un viaje a unos familiares y empieza a ser acechada por Krampus, mientras que en el Polo Norte Santa tiene sus propios problemas cuando sus enanos comienzan a verse afectados por un aparente virus zombie.

Si estas descripciones no son suficientes para convencerte, es claro que la película no es precisamente para ti, porque con esto apenas van empezando.

«Creep», Patrick Brice

Durante mucho tiempo leí muy buenos comentarios sobre «Creep», sobre todo como parte del sobreexplotadísimo subgénero de terror-cámara-en-mano, y no sé si fue porque me tardé demasiado tiempo en verla pero lo cierto es que no es para tanto. Tiene a su favor incursionar por una trama distinta a la cuestión paranormal, que es en la que casi siempre se enfoca este subgénero, pero lo que gana en interesante premisa y buenas actuaciones lo pierde, desgraciadamente, en el hecho de que prácticamente no da miedo.

Aaron (el propio director porque ey, alguien tiene que sostener esa cámara) es un joven camarógrafo que responde a un anuncio de trabajo por internet en el que pagarán sospechosamente bien por un solo día en una locación sospechosamente apartada. Sus temores iniciales se disipan un poco cuando conoce a Josef, quien lo contratará y que parece una persona amable, quien luego le suelta una triste historia de que tiene cáncer terminal y quiere filmar una cinta sobre su vida para que el hijo que está esperando con su esposa pueda verla algún día. Igual eso era sospechoso, Aaron. Casi de inmediato la situación se vuelve extraña porque Josef es una persona extraña, pero seguro que Aaron no deja de pensar en el dinero fácil y que el mundo está lleno de hombres con extraño sentido del humor, ¿no?

Pues sí pero, desgracidamente para Aaron, esto es una película de terror y se llama enfáticamente «Creep». Así que si la situación era ya incómoda desde el inicio, no va precisamente a mejorar. Otros puntos extras de la cinta es que para variar ninguno de los personajes es insoportable (el awkwardness de Josef está muy bien manejado) y que presenta unas originales ideas de cinta de terror aunque en el contexto no sirvan para el propósito de dar miedo (que, igual creo que no era lo que pretendían).

«The house on Sorority Row», Mark Rosman

Y para que no falte una cinta retro de fraternidades femeninas. Como ya sabrán, no suele haber demasiada trama en estos casos sino mas bien una excusa para ir matando a cada una de las integrantes al estilo slasher. Aunque «The house on Sorority Row» no se aleja demasiado de ello, también tiene una parte que parece casi una réplica de «Sé lo que hiciste el verano pasado».

Un grupo de adolescentes, no todas las cuales parecen propiamente de fraternidad como la entendemos hoy en día, acaban de graduarse y sus días universitarios están por terminar. Aunque deberían abandonar ya la casa de la fraternidad, como todos los veranos, quieren quedarse unas semanas más y organizar una gran fiesta de despedida, en contra de la voluntad de la mujer que cuida de la casa y que cada año la cierra puntualmente en la misma fecha. Las jóvenes, instigadas por la más odiosa de ellas, se resisten y buscan incluso vengarse de la rígida mujer que estuvo detrás de ellas durante sus años de universidad. Y ¿qué podría salir mal con una pequeña broma?

Ya todos lo sabemos. De hecho la película sería bastante genérica sino fuera por una extraña edición y decisiones estéticas que van colándose en la trama regular a mediados de la cinta. Un modo bastante literal de comenzar a preguntarnos si la protagonista (que parece una versión un poco más alimentada y ochentera de de Kristen Stewart) se estará realmente loca.