Hace ya mucho tiempo que no nos tocaba una reseña de animación, ya no digamos de cine mexicano. Y aunque saben que tengo razones ulteriores para hacer esta reseña y que no siempre practico con el ejemplo, sí creo que es importante apoyar a nuestra industria en los pequeños pasos que da por ofrecer algo diferente, más allá de sus eternas comedias románticas y sus repetidos actores que por temporadas aparecen hasta en la sopa. Sorprende y alegra que una producción tan atípica esté encontrando más espacio en las salas de cine de lo que nos habríamos imaginado hace algunos años.

Fotosíntesis Media es sello de la productora Mantarraya (principalmente reconocida por las películas de Carlos Reygadas y Amat Escalante), y se presenta como un estudio dedicado a la animación mexicana con causa. Lo cual se entiende muy fácilmente si tomamos en cuenta que la protagonista de ésta, su primera producción, es una niña con leucemia.

Y todos nos preparamos para lo peor.

La leucemia es el tipo más común de cáncer en niños y no es poca cosa que Amelia se nos presente desde el primer momento sin cabello para dejar en claro su condición. Pero también, en esta misma primera impresión, denota su intención de enseñarnos un poco más sobre la vida de los niños que se encuentran en esta situación y que seguramente muchos de nosotros (como yo) no nos imaginamos. La primera vez que vemos a Amelia es, al parecer, regresando de la escuela, con su uniforme escolar y una diadema que decora su cabeza sin cabello. Llegando a su casa juega por el patio con su perro Canica y se muestra en general como cualquier típica niña feliz de animación. No se hace ninguna mención de la enfermedad hasta que el personaje denota uno de sus rasgos característicos: su deseo de quitarle las baterías a todos los relojes para detener el tiempo.

La analogía con la enfermedad es bastante claro pero por suerte los padres de Amelia son demasiados malos con la retórica y piensan que es una manía cualquiera de niño. Al tiempo que el argumento funciona en sentido fantástico orillando a Amelia a buscar activamente cumplir su deseo, lo que la llevará hasta una suerte de País de las Maravillas lleno de relojes con implicaciones más graves que los posibles alucinógenos que consumía Alicia.

Es cierto que la película está pensada especialmente para el público infantil, lo que explica muchas de las decisiones narrativas y el humor sencillo que manejan los personajes. No siempre se puede buscar ese equilibrio de trascendencia para adultos/diversión para niños. Sin embargo, esto no significa que la historia sacrifique sus ambiciones y considero que su principal fortaleza es no conformarse con ser ‘una más del montón’ en cuanto a animación con poca calidad técnica/narrativa se refiere.

Esto se nota sobre todo en la complejidad de la trama, que sin alejarse de la estructura usual de aventura infantil, destaca por el cuidado en la historia y el juego de significados con la enfermedad de la protagonista. Que, sin ser propiamente un tema tratado de manera directa, reinterpreta muchas de las situaciones que suceden durante su odisea. Esta riqueza también se nota en el aspecto creativo aunque no de manera homogénea, ya que el estilo primordial tiene algo de animesco no siempre demasiado logrado, y en excepciones podemos ir de personajes cuyo diseño parece mucho más ambicioso (como No-Tiempo o Balzac), mientras que otros parece que no correspondieran con todo lo demás (como Aquí y Ahora, inexplicablemente simplistas). En contraposición, diría que los fondos consiguen que muchos momentos destaquen incluso cuando el aspecto técnico de la animación parece irse hacia atrás.

La película no deja de ser lo que es: un primer intento de un estudio nuevo de presentar productos nacionales diferentes al mercado infantil. No sólo consiguen distinguirse por su premisa de ‘animación con causa’ sino que realmente consiguen integrar esos elementos dentro de una historia que tenga sentido y que no deje de ser entretenida. Siendo totalmente sincera, al ir con bajas expectativas por cualquier cosa, me sorprendió gratamente lo que se logra con la historia pese a sus esperables elementos no tan bien logrados.

En cuanto al doblaje no sobresale demasiado y hasta sorprende un poco que se le diera tanta importancia a la participación de Camila Sodi cuando su personaje es bastante secundaria, aparece sólo un pedazo de la película y no habla demasiado. Y entiendo que es parte de la típica promoción de destacar a los famosos que se consigue comprometer, pero dudo mucho que los niños tomen decisiones pensando en eso.

Mamá: Amor, ¿qué película quieres ver?
Niño: Pues…

Fotosíntesis ya está trabajando en su siguiente largometraje, llamado «Un disfraz para Nicolás» y cuyo protagonista en esta ocasión será un niño con síndrome de Down. En su página de imdb dice que se estrenará el próximo año pero ya sabemos que esos tiempos no siempre son algo seguro.

«El ángel en el reloj» es una película de animación mexicana del 2017 (supongo que se considera la fecha de sus primeros estrenos en festivales). Está dirigida por Miguel Ángel Uriegas y cuenta con las voces de Zoé Mora, Gerardo Velázquez, Laura Flores, Camila Sodi, Erick Elias y Leonardo de Lozanne (otro que tampoco habla mucho). Tiene 7.7 estrellitas en imdb (con 11 votos nada más) y la recomiendo sobre todo para quien tenga niños a quienes acompañar y si se sienten para darle su apoyo a este tipo de producciones mexicanas. No sé cuánto tiempo dure en cartelera, así que hay que programar esa visita.