Desde que vi por primera vez el anuncio de «Megalodón» como próximo estreno me emocioné más por lo que esa producción significaba que por el simple hecho de ver un tiburón prehistórico gigante en pantalla: la consciencia de Hollywood de que los considerados géneros pequeños deben ser tomados en cuenta (más allá de los exagerados blockbusters de acción de toda la vida) y la apertura a otras inversiones y las concesiones que se les tienen que hacer. Yo sé que «The Meg» no es precisamente «Black Panther» o «Crazy rich Asians», pero tenemos un importante cast de asiáticos, principalmente chinos, en papeles relevantes más allá del estereotipo (de hecho tenemos a la pequeña Sophia Cai como posiblemente el mejor actor de la cinta).

Todo esto enmarcado con, no lo olvidemos, un tiburón prehistórico gigante. Lo que obviamente demuestra que los que hicimos posible que «Sharknado» tuviera 5 secuelas somos espectadores tan valiosos como cualquiera y estamos dispuestos a pagar una entrada de cine o las que sean necesarias.

(Como dato curioso, no me gusta «Sharknado». Yo soy más de «Musarañas asesinas»)
También, desde su estreno, he leído varias críticas que destacan cuán mala es la cinta. No sé qué pensaban encontrar. Yo no fui al cine esperando «Jaws» o «Jurassic Park». Es una cinta protagonizada por Jason Statham y un megalodón. Da justo lo que promete: una historia tópica, una excusa de ciencia ficción, algunas relaciones interesantes entre personajes y una criatura marina descomunalmente gigante. Pudo tener más escenas del tiburón, sí, pudo tener más escenas con bañistas chinos, sí. Ciertamente pudo tener un mejor guión, pero también pudo tener uno mucho mucho peor. Y la historia cumple, liga los hechos, nos da el toque de acción exagerada que le encanta a Hollywood e incluso tiene buenos momentos. Pero, sobre todo, tiene un buen diseño de espécimen marino y buenos momentos de ‘estoy a punto de ser devorado por un tiburón de mil metros’.
No sé si a alguien realmente le preocupe la premisa, o no la sepa a este punto. Basada en la novela de Steve Alten (que, según lo que me cuenta Wikipedia, no es mucho más científica que la película), trata de un equipo de investigación submarina que descubre un nuevo y misterioso fondo del océano y decide, no muy responsablemente, irrumpir en ese hábitat desconocido a la fuerza. ¿Qué creían que iba a pasar? Corte A, tenemos a Jason Statham (no exactamente el paleontólogo y biólogo marino de la novela) tratando de matar un tiburón gigante por los mares de China. Porque eso es totalmente creíble.
(Yeah)
Para deleite de quienes la disfrutaron mucho, cabe mencionar que la novela original tiene siete secuelas. Siete. Podemos irnos preparando para «The Meg vs Freddie», «The Meg vs Freddie vs Jason», «The Meg vs Freddie vs Jason vs Jigsaw», «The Meg vs Jaws vs Jurassic Park vs Sharktopus». Las posibilidades son infinitas.
«The Meg» o «Megalodón» es una coproducción de 2018 entre Estados Unidos y China. Dirigida por Jon Turteltaub («The kid», «National trasure», «El aprendiz de brujo») y protagonizada por Jason Statham («Snatch», «Crank», «Los mercenarios»), Bingbing Li («The forbidden kingdom», «Transformers: La era de la extinción», «Resident Evil: Venganza»), Rainn Wilson («The office», «Juno», «Super»), Cliff Curtis («Whale rider», «Día de entrenamiento», «Sunshine»), Winston Chao («The wedding banquet», «1911», «Ye ming»), Sophia Cai («Somewhere only we know»), Ruby Rose («Orange in the new black», «John Wick 2», «xXx: Reactivated»), Page Kennedy («SWAT», «Freaky deaky», «Bones»), Robert Taylor («Matrix», «Rogue», «Kong: Skull Island»), Ólafur Darri Ólafsson («True detective», «La vida secreta de Walter Mitty», «Mi amigo el gigante»), Jessica McNamee («Battle of sexes», «The vow», «Chips») y Masi Oka («Heroes», «Get smart», «Hawaii Five-0»). Tiene 6.2 estrellitas en imdb, 5.1 en filmaffinity y 47% en el tomatometro. Pero si sabes a lo que vas, seguro que la disfrutas.