¿Qué onda, banda? Hoy quisiera hablarles de un tema que me parece muy interesante debido a que involucra una de las sagas de videojuegos que más me gustan: Castlevania, y la cuestión es la siguiente: ¿cuál es mejor? ¿Castlevania o Metroid-vania?

“Un momento,” puede que piensen algunos de ustedes. “¿Qué chingados quieres decir con Metroid-vania? ¿A poco hay un crossover? ¡¡NO MAMES!!” No, no, no, tranquilos, no va por ahí. Para aquellas personas – con énfasis especial para quienes su primer Castlevania fue Symphony of the Night – aquí les va una explicación.

Hay dos vertientes de la mecánica de juego en la saga de Castlevania – sin contar a los juegos en 3D, que, en general, no fueron muy del agrado de los fans (aunque no dudo que haya alguien por ahí que piense que el mejor Castlevania es el Lament of Innocence o el Curse of Darkness – que acéptenlo, son la minoría –, no creo que nadie se atreva a defender el Castlevania de Nintendo 64, que fue una verdadera basura): el estilo clásico de acción/plataforma que los caracterizó durante sus años en el NES, SNES y Game Boy, entre otros sistemas, y la nueva tendencia que inició con Symphony of the Night y que trascendió a todos los juegos para consolas portátiles que le siguieron – excepto el Castlevania: The Dracula X Chronicles para PSP.

Los primeros juegos de la franquicia resultaron memorables por su temática de ir a matar monstruos notables del cine viejo – no sólo a Drácula –, por la música tan poca madre que siempre han tenido y por su sistema de juego fue teniendo pequeños cambios y evoluciones. Por ejemplo, Castlevania II: Simon’s Quest cambió el modo de gameplay de uno linear a uno de exploración… combinándolo con el elemento “vete a leer la pinche Club Nintendo para saber qué chingados hacer” que era tan común en esos días… Castlevania III: Dracula’s Curse regresó a las bases del primer título, pero le añadió personajes; Super Castlevania IV fue un remake del primer juego, pero… no mamen, ALL HAIL SUPER CASTLEVANIA IV, BITCHES!! ¡¡Puta madre, ese cabrón es LA LEY!!

Super Castlevania IV: YOU BETTER RECOGNIZE!!

…¿Qué? ¿Creen que nomás me emociono con ser la noche?

Bueno, ya en serio: el control de Super Castlevania IV es, en mi humilde opinión, el mejor que ha existido en cualquier aventura de la saga, ya sea de la vieja escuela o post-SotN. Rondo of Blood metió elementos de búsqueda, la mecánica del Item Crash y otro personaje… Bien, creo que ya entienden el punto.

Entonces llegó el juego que revolucionó – porque hizo eso – la franquicia: Symphony of the Night. Este monstruo cambió el modo de juego de sólo pasar niveles haciéndote camino a través de los monstruos y trampas a una aventura de exploración en un castillo masivo, donde tenías que ir buscando ítems que te ayudaran a llegar a lugares previamente inaccesibles.

Si esto les suena algo familiar, pues por algo es: Symphony of the Night aplica el mismo principio que Metroid en su mecánica, que es la exploración de un mundo gigantesco y la imposibilidad de llegar a ciertos lugares hasta que completes ciertas condiciones. De ahí sale el apodo de Metroid-vania o Castleroid.

Symphony of the Night: El juego que generó una nueva rama.

Pateaba – y todavía patea – culos.

Ahora bien, SotN sólo tomó este elemento prestado de Metroid para su gameplay… Bueno, y también la recolección de mugres que aumentan tu vida, entre otras cosas. Y es cierto, es la base de ambos juegos, pero claro que no es una copia. Este título también mezcló mecánicas que son comunes en los RPGs, como el ir subiendo de nivel, utilizar magias, conseguir diferentes accesorios para volverte más fuerte, etc. El juego era – es más, sigue siendo – gigante. Había muchos lugares qué recorrer, una infinidad de ítems que conseguir y una variedad de monstruos excelente. Y fue tan buen juego que decidieron hacer todos los demás casi iguales a éste.

No podemos hacernos pendejos. Desde Symphony of the Night, todos los títulos de la saga, como dije, para consolas portátiles, siguen la misma base que sentó el juego de Alucard. Los cambios consisten en modificaciones al gameplay que no resultan ser lo suficientemente sustanciales como para que puedas comparar al título con otra cosa que no sea su predecesor de Playstation. Ah, no, A HUEVO tenemos que ponerlo al lado de SotN… pero, carajo, es por una razón: ¡porque ya lo vimos!

Y si hay algo que me repatea de estos Castlevanias es el maldito castillo: TODO el juego se lleva a cabo dentro de él. En este aspecto, al menos, los títulos de la vieja escuela eran superiores, ya que no toda tu aventura se desarrollaba dentro de la pinche casa de Drácula. El primer juego sí lo hacía, claro, pero a partir del segundo eso cambió… Me van a decir que soy un asqueroso fanboy del SCIV – y la neta, ahí sí no tengo defensa – pero vamos a revisar los primeros niveles del juego nomás para darnos una idea, ¿les parece?

Nivel 1: establos; Nivel 2: bosque, pantano y río (3 escenarios en un solo nivel… bitches); Nivel 3: cueva, cascada y ciudad hundida (¡otra vez, putas!); Nivel 4: Fortaleza (…bueno, aquí sí la puerca tuerce el rabo, porque técnicamente podrías decir que es como un castillo); Nivel 5: El patio del castillo de Drácula y del Nivel 6 en adelante – hasta el Nivel 11 – ya se lleva a cabo dentro del recinto del vampiro.

¿Y los Metroid-vanias? Pues a la fregada con todo eso, nomás nos hace falta un pinche castillo y ya de ahí. Hasta Portrait of Ruin se les prendió el foco de desarrollar ambientes diferentes (aunque no tuve la oportunidad de jugarlo; yo no experimenté dicho cambio sino hasta Order of Ecclesia).

Ahora bien, no quiero decir que el diseño del castillo de Drácula de cada juego individual no esté bien hecho… Pero vamos, se llega a sentir repetitivo, pues hay ciertos niveles que he visto en más de un juego y los detalles “únicos” de cada título nomás no le llegan a dar un sabor diferente.

No me malinterpreten, porque con todo esto tampoco estoy diciendo que la vieja escuela no tuviera sus fallas. Los controles de los primeros juegos siempre fueron piteros (pero, ¿cuántos juegos del NES no tenían controles que se sintieran culeros?) y obviamente la fórmula fue la misma – pero los cambios antes se sentían, así como el diseño de los escenarios. En serio: la variedad es la sal de la vida. Siempre es bueno tenerla.

Así pues, dicho todo esto, ¿cuál vertiente es mejor? ¿Castlevania o Metroid-vania? Pues creo que ya lo dejé claro, pero la respuesta es…

NINGUNA.

“¡¿QUÉ?! ¿¿De qué hablas, Rafa?? ¿Entonces para qué fue toda esa pinche letanía? WTF??” Tranquilos, tranquilos… Pero es cierto. Pese a mis quejas con la vertiente de los Metroid-vanias, la verdad es que los juegos son divertidos. Que caigan bajo el mismo problema que ha azotado a las grandes franquicias – o sea, falta de originalidad – es otra cosa, pero no puedo decir que una vertiente es mejor a otra, porque son diferentes.

Quizá hay por ahí a quien no le gustaron los viejos juegos de Castlevania y se interesó en la saga en el momento en que jugó Symphony of the Night. Es perfectamente válido. Realmente lo más que puedo hacer es decirles cuáles son los juegos que yo considero los mejores de cada rama; de los Metroid-vanias, creo que ya pueden imaginar que mi juego preferido es Symphony of the Night, pues fue el que inició la tendencia y el que impuso el encanto, por así decirlo. Y de los viejos Castlevanias… Bueno, si no lo saben a estas alturas, you fail.

Super Castlevania IV, además de tener un control magnífico, tiene una ambientación que no he vuelto a sentir en ningún otro Castlevania. Desde ese juego, no he podido replicar la emoción que me produce ir a enfrentar a Drácula… Justo después de vencer a la Muerte, la música se detiene y se forma el camino para que puedas ir a la batalla final. En el momento en el que tocas el piso de piedra, se encienden las antorchas e inicia el tema musical en turno del vampiro, que es bastante misterioso y sombrío. Cuando llegas a la habitación donde reposa el conde, sólo ves el ataúd vacío en el fondo y eres recibido por rayos y un terremoto que se antepone a la lucha definitiva. Entonces aparece Drácula y comienza el duelo.

…¿Demasiado fanboyismo? No lo dudo, pero ésa sensación de emoción de llegar al jefe final de un juego no he vuelto a experimentarla nunca. Y tampoco he vuelto a sentir una atmósfera parecida a la de SCIV, para pronto acabar. Solamente hasta hace poco que jugué el Lords of Shadow recordé vagamente lo que se sentía, pues realmente los escenarios utilizados tienen aquel toque que creía perdido. ¿Nostalgia? Muy probablemente, mas es un juego que le da un nuevo aire a la franquicia. No del todo original, como bien dijimos en la video-reseña, pero eso no le quita la bueno… Tal como ocurre con la vomitada de los Metroid-vanias, que son réplicas semi-exactas del SotN y no por eso dejan de ser divertidas.

Esta es mi opinión del asunto. Pero, ustedes, ¿qué piensan? ¿Cuál vertiente les gusta más a ustedes? ¿Y cuál es su juego de Castlevania favorito? Se los dejo de tarea.

¡Próximamente esperen un artículo sobre el origen de las criaturas de Castlevania seguido de una reseña escrita de Drácula X y Castlevania: Rondo of Blood!